Estos son los beneficios de seguir realizando ejercicio físico durante el embarazo

El embarazo no es sinónimo de enfermedad. Afortunadamente esta realidad va calando cada vez más en la población y permite a las mujeres en este estado seguir con su rutina y hábitos usuales, entre ellos la realización de ejercicio físico. 

A pesar de ello, todavía hay muchas mujeres creen que con el embarazo no deben de realizar deporte por el miedo a provocar daños al feto o a su cuerpo durante esta etapa de su vida. Pues bien, no hay nada de cierto en esta creencia. 

La evidencia científica ya ha demostrado que realizar ejercicio físico durante la gestación no solo no es peligroso, sino que aporta importantes beneficios tanto para la embarazada como para el feto. 

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¿Es seguro hacer deporte durante el embarazo?

Como explican los especialistas del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, “la actividad física durante el embarazo no tiene por qué suponer ningún peligro para el feto o para la madre. Tampoco para el propio curso del embarazo”. 

Eso sí, una vez que la mujer descubre su embarazo, debe someterse a una revisión por parte de su ginecólogo, para descartar cualquier riesgo o anomalía que pueda estar contraindicado con la actividad física. 

Además, no hay que olvidar que cada etapa de la gestación va ir cambiando el cuerpo de la madre y su situación, por lo que el ejercicio debe ir ajustándose a cada uno de ellas. 

A parte de las indicaciones del ginecólogo, el fisioterapeuta puede orientar a la gestante para “trabajar correctamente la estabilidad lumbopélvica y la salud uroginecológica, esenciales tanto para el propio embarazo como para el momento del parto y las semanas posteriores al mismo”, señalan desde el Colegio de Fisioterapeutas.

Beneficios del ejercicio físico y el deporte durante el embarazo

Una vez comprobado que no existe ningún riesgo tanto para la madre como para el feto, se puede empezar o retomar la realización de ejercicio físico. Hacerlo va a tener un impacto muy positivo en diferentes niveles.

En el ámbito anímico, realizar ejercicio físico reduce el estrés, mejora la calidad del sueño y ayuda a mantener “el peso a raya, lo que supone una buena forma de prevenir la diabetes gestacional”, explican los fisioterapeutas madrileños.

En el ámbito físico, los beneficios de hacer ejercicio son muchos: evita problemas musculoesqueléticos y aporta fuerza y estabilidad a las articulaciones, que durante el embarazo se fuerzan más ya debido a los cambios posturales a los que se ve obligada la madre y el mayor peso que tienen que soportar. 

“El entrenamiento de fuerza es perfecto para las mujeres embarazadas porque contribuye a reforzar el cuerpo en un momento clave como es el embarazo y de cara al momento del parto”, explica Carmen Mar Rodríguez Peñas, fisioterapeuta y secretaria general del CPFCM.

Además, el realizar ejercicio en el embarazo ayuda a evitar la diástasis abdominal -la separación de los músculos del abdomen-, y cuida la salud del suelo pélvico, previniendo problemas futuros como incontinencia urinaria, entre otros.

Además de entrenar la fuerza, los especialistas señalan que la actividad cardiovascular que conlleva el ejercicio permite a la madre mantenerse en forma, mejorando su resistencia aeróbica, algo que, “aunque a veces no lo creamos, también ayuda al bebé, porque lo prepara para el inevitable estrés del parto”, añade la secretaria general del CPFCM.

Cuánto ejercicio es recomendable durante el embarazo

Está claro entonces que el embarazo no debe ser un motivo para dejar de moverse. Pero ¿qué cantidad de tiempo se debe dedicar a entrenar y moverse? Pues los fisioterapeutas madrileños recomiendan hacer un entrenamiento progresivo que tenga en cuenta la realidad de cada mujer y el momento en que se encuentra su embarazo. 

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“Lo ideal son tres o cuatro días de actividad física a la semana durante 30 o 40 minutos cada día, siempre manteniendo un nivel de fatiga de siete sobre 10”, recomienda la experta. “Es la forma más fácil de asegurarse una actividad sana, sin un elevado riesgo de lesiones”.

De hecho, evitar las lesiones durante el embarazo es un reto, en especial en aquellas mujeres que no habían hecho deporte de forma habitual antes o que, por diversos motivos, están en baja forma. 

Para ello, desde el CPFCM recomiendan acudir a un fisioterapeuta especializado en embarazos y suelo pélvico para que pueda asesorar a la madre y ayudar en su recuperación tras los periodos de actividad. 

“El fisioterapeuta, junto con el ginecólogo, han de organizar un plan personalizado a cada embarazada para asegurarnos que sea lo más saludable posible”, subraya Rodríguez Peñas.