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"No hay un modelo único de mujer gitana, somos diversas"

Esta comunidad está formada por casi un millón de personas en nuestro país y muchas de las familias que la componen se encuentran en riesgo de exclusión social y discriminación

Cristina Pomares y Minerva Rodríguez trabajan en la Fundación Secretariado Gitano por la inserción social y laboral de esta comunidad.

Que la cuarta ola feminista ha hecho y sigue haciendo mucho por la igualdad de las mujeres es algo indiscutible, pero esta igualdad ¿es extensiva a todas las mujeres por igual? Uno de los muros que quiere derribar el movimiento feminista actual es el de los estereotipos. La sociedad, encabezada por las mujeres, lucha, entre otras cosas, por lo que se conoce como "feminismo descolonial", es decir, contra el predominio de la raza blanca como modelo de éxito social.

"Ser gitana es mucho más que pertenecer a una etnia, es abrazar unos valores como el respeto y la solidaridad"

Minerva Rodríguez

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Esta desigualdad se vive de manera muy intensa en la visión generalizada hacia las mujeres gitanas. Mitos como que están obligadas a casarse y a ser madres jóvenes o a abandonar los estudios para dedicarse al hogar siguen muy arraigados en la sociedad. Un estereotipo que rompe completamente Cristina Pomares. Esta joven de 32 años ha tenido siempre muy claro que su vocación era estudiar para formar y orientar a los demás. Así, tras finalizar el Bachillerato, realizó una Licenciatura en Pedagogía y un Grado en Educación Primaria. Actualmente, es técnica de igualdad en la Fundación Secretariado Gitano de Murcia, donde lucha contra la discriminación racial y de género.

Cristina lamenta ver esta discriminación constante hacia toda su comunidad: "Yo no voy con un cartel por la calle en el que diga que soy gitana, al igual que una paya no lo lleva". Explica que este cartel distintivo lo ponen automáticamente tanto en la ficción como en algunos medios de comunicación, seguido de ‘vandalismo’ o estereotipos que, considera, "nada tienen que ver con la realidad actual de la comunidad gitana" .

"Yo no tengo que ir con un cartel por la calle en el que diga que soy gitana"

Cristina Pomares

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Además, explica que es muy frustrante que se siga viendo a la mujer gitana desde un prisma machista: "No hay un modelo único de mujer gitana. Somos muy diversas y heterogéneas, al igual que el resto de mujeres de la sociedad". En este sentido, hace hincapié en que la creencia de que las mujeres gitanas se casan con quince años y se dedican por entero a los hijos y el hogar es totalmente errónea. "Llevo con mi marido desde los 18 años: estudiaba siendo novios, me casé al terminar las carreras y he sido madre cuando he querido serlo, hace un año", explica, "nadie me ha obligado a nada".

Programa Calí, un proyecto que ayuda y empodera a las mujeres

La labor de la Fundación Secretariado Gitano se extiende por toda Europa. Esta asociación busca promover la igualdad de trato y evitar toda forma de discriminación de la comunidad gitana. Entre sus objetivos se encuentran programas de inserción laboral, inclusión social y de prevención del absentismo y el abandono escolar.

En este sentido, destaca el programa Calí, un proyecto que busca la igualdad de oportunidades de las mujeres gitanas, así como luchar contra la discriminación. Asimismo, se invierte en mejorar la inserción socio-laboral de la mujer, dándole nociones de competencias básicas y formación ocupacional para que se puedan incorporar al mundo laboral. Además, se dispone de un servicio de asistencia telefónica ante cualquier signo de discriminación.


Respecto a la labor social y política, Cristina lo tiene claro: "Tenemos que reforzar nuestro trabajo para contribuir a la reducción de las desventajas sociales que sufre la comunidad gitana". Aunque considera que aún queda mucho camino por recorrer para lograr esa igualdad, reconoce que gracias al actual gobierno se han dado muchos pasos hacia adelante con la reciente aprobación de la nueva estrategia nacional para la igualdad, la inclusión y la participación de la población gitana y la puesta en marcha en el Congreso de la Subcomisión para un Pacto de Estado contra el antigitanismo. Además, considera muy importante que haya tres diputados en el Congreso que pertenecen a la etnia gitana. "Esto genera una oportunidad para que la sociedad española sea más inclusiva y respetuosa con los derechos humanos de todas las personas", advierte.

"Hay que seguir trabajando para contribuir a la reducción de las desventajas sociales de nuestra comunidad"

Cristina Pomares

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En un punto similar se encuentra Minerva Rodríguez, de 22 años. En su caso, esta joven murciana decidió ser madre más joven, a los 19 años, lo que no frenó sus planes de formación. A los pocos meses de dar a luz, decidió cursar un grado medio de Estética que se sumó al que ya tenía de Auxiliar de Enfermería: "Para mí no ha sido ningún impedimento el ser madre y compaginarlo con estudiar y trabajar".

Sin embargo, su frustración vino al salir al mundo laboral y comprobar la falta de oportunidades a los jóvenes y, más específicamente, a los jóvenes gitanos. Por ello, se inscribió en el programa Aprender Trabajando, de la Fundación Secretariado Gitano, gracias al que actualmente trabaja de dependienta en unos grandes almacenes.

Además de las dificultades a la hora de encontrar trabajo, Minerva explica que ha sufrido discriminación a lo largo de su vida por ser mujer y gitana. "Los demás no me ven como Minerva, me ven como ‘la gitana’ y eso te hace daño". Esta joven cuenta que siempre ha tenido el apoyo de su familia y su pareja para estudiar y trabajar, algo que, cuenta, a día de hoy aún sorprende a las personas de fuera de la comunidad gitana. "Nos han puesto la etiqueta de que si eres gitana y madre te tienes que quedar en casa y no, yo soy gitana y madre, pero también estudio y trabajo, como el resto de mujeres del mundo", explica.

Para Minerva ser gitana no es sólo una etiqueta, sino que "implica pertenecer a una comunidad llena de valores como el respeto y la solidaridad". A estos principios añade el de libertad y explica que las mujeres gitanas son libres precisamente por la diversidad que poseen.

Una comunidad asentada y en crecimiento en la Región de Murcia

La cultura gitana se extiende a lo largo del mundo, integrando en nuestro país una población de 750.000 personas. 

En la Región de Murcia se estima que hay alrededor de 30.000 personas de etnia gitana, aunque desde la Fundación Secretariado Gitano indican que podrían ser más dado que en el censo ya no se especifica la etnia precisamente para evitar discriminaciones.

Desde esta misma asociación hacen hincapié en las situaciones de antigitanismo que están sufriendo las familias exiliadas de Ucrania: uso de perfiles étnicos discriminatorios por parte de policías fronterizos, segregación en los centros de acogida e incluso reparto desigual de la comida. Ante esto, desde la Región aluden a la phenjalipén (solidaridad en idioma romanó) para enviar ayuda a las familias necesitadas.


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