Insectos

Varios albergues cierran parte de sus instalaciones por la plaga de chinches en el Camino de Santiago

Al menos seis instalaciones han tenido de cancelar plazas de forma temporal

Implantan protocolos para evitar la extensión

Peregrinos con mochilas, ayer, en Pontevedra.

Peregrinos con mochilas, ayer, en Pontevedra. / RAFA VÁZQUEZ

Susana Regueira

Varios establecimientos del Camino de Santiago han cerrado sus puertas en las últimas semanas para llevar a cabo trabajos de desinfección de la plaga de chinches que constatan peregrinos y profesionales de la ruta jacobea.

Al menos seis albergues y hoteles de Caldas de Reis (Pontevedra) han tenido que llevar a cabo trabajos de desinfección y cerrar parte de sus instalaciones para hacer frente a las plagas, que se multiplican este año por las elevadas temperaturas hasta bien entrado el otoño y el alto índice de humedad.

Uno de estos establecimientos, inaugurado el pasado año, “está cerrado y tiene que hacer reformas, estará cerrado al menos 6 meses; pero en general los problemas afectan a unos ocho albergues y hoteles, está siendo un reto grandísimo este año”, señala Jesús Fariña, del Albergue Doña Urraca de Caldas. Es uno de los profesionales que constata que “los tratamientos son útiles, pero es que en este 2023 la afluencia de gente está siendo masiva y lo que hacen los peregrinos es transportar los chinches de un lado para otro”, lo que obliga, por ejemplo, a que en el establecimiento que encabeza tengan que realizar tareas de desinfección dos días por semana.

El Albergue Doña Urraca es uno de los que ha implementado un protocolo sanitario para hacer frente a la plaga, de modo que los peregrinos nada más entrar han de depositar las mochilas en una alfombra húmeda con insecticida. “Las botas y mochilas ya no permitimos que entren en la habitación, y si alguno se despista menos aún que las deje sobre una cama”, señala Jesús Fariña.

A mayores, “cuando las empresas de transporte nos traen mochilas de peregrinos lo que hacemos es desinfectarlas antes de que lleguen” los caminantes al albergue. El objetivo es evitar en la medida de lo posible la entrada de los insectos al establecimiento, en un momento de afluencia de récord.

La plaga también está afectando a los apartamentos turísticos, en los que no hay constancia de que se estén implementando protocolos específicos, si bien numerosos peregrinos refieren haber sufrido picaduras en los últimos días.

El albergue de Pontevedra, por su parte, no se ha visto afectado. El presidente de la asociación que gestiona la instalación, Amigos do Camiño Portugués, Celestino Lores, explica que “sabíamos de que había ese problema e incluso de cierres pero afortunadamente en el albergue de Pontevedra este año lo hemos esquivado”.

Refiere que “el problema de los chinches es que si se meten en la madera hay que levantar todo para acabar con la plaga. Nosotros tuvimos ese problema en una de las habitaciones hace unos años y no lo dábamos sacado, desinfectábamos y al día siguiente picaban. Tuvimos que retirar los rodapiés y las guarniciones de las ventanas para erradicarlo”.

La plaga también está afectando a los apartamentos turísticos, en los que no hay constancia de que se estén implementando protocolos específicos

Este año, añade, “como el albergue es nuevo, no tiene madera y ha sido construido y equipado con materiales en donde los chinches no anidan, no hemos tenido problema alguno. La remodelación hizo que esté muy aislado, pero además procuramos siempre que los peregrinos no pongan, por ejemplo, las mochilas encima de las camas”.

Coincide con otros alberguistas en que “los chinches se mueven, los llevan los propios peregrinos. No es un problema de las instalaciones de acogida, sino de que los que hacen la ruta los transportan, en algunos sitios, donde los materiales de los albergues se lo permiten, anidan, se quedan ahí y resulta muy difícil erradicarlos. Hay veces que no queda más remedio que cerrar, porque no hay arreglo y no queda otra solución que levantar todo. Le ha pasado incluso a hoteles”.

Destaca que en las condiciones actuales de altas temperaturas y humedad “resulta difícil evitar el problema y los peregrinos ya tienen que contar con ello: ellos son los que deben extremar las precauciones, pero sé que es complicado porque en el Camino te cansas, dejas la mochila en el campo o donde sea, y después llegas al albergue y ya has transportado la plaga”.

Los sanitarios, por su parte, indican que alrededor del 30 por ciento de los afectados no experimentan reacción a las picaduras, mientras que otras presentan hinchazón y comezón, con lesiones rojas y firmes que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y que suelen aparecer en filas lineales. Es habitual que sean confundidas con picaduras de mosquito.

Las empresas que venden productos insecticidas constatan el repunte de peticiones. Es el caso de la Farmacia Droguería Esteban, especializada en el tratamiento de plagas, donde explican que “ésta es una época propicia todos los años, siempre a estas alturas de octubre, pero este año más por el calor, que se prolongó hasta tan tarde, y la humedad, lo que ha incrementado las plagas”.

En su caso, venden a particulares y sus profesionales señalan que “los tratamientos son hoy muy efectivos, a mayores de muy cómodos y fáciles de utilizar, con los años se han ido desarrollando productos que son más efectivos y menos dañinos para las personas y las mascotas, también con un menor efecto residual sobre el medio ambiente”.

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