¿Por qué el cielo es azul? Esto es lo que tienes que contestarle a tu hijo

No te quedes en blanco, como las nubes: la respuesta se encuentra en la ciencia detrás de la interacción entre la luz solar y la atmósfera de nuestro planeta.

Por qué el cielo es azul, una pregunta muy frecuente de los niños

Por qué el cielo es azul, una pregunta muy frecuente de los niños / I.A.

Esteban Joaquín Mojica

Esteban Joaquín Mojica

Aunque es una pregunta común en la infancia, muchos adultos no recuerdan o no saben que es debido a la dispersión de Rayleigh. El azul del cielo es una de las constantes más reconfortantes de nuestra vida diaria.

Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar por qué, de todos los colores posibles, es el azul el que domina el paisaje sobre nuestras cabezas durante un día claro? La respuesta se encuentra en la ciencia detrás de la interacción entre la luz solar y la atmósfera de nuestro planeta.

1. La luz blanca no es tan blanca

Para empezar, es esencial entender que la luz del sol, aunque a menudo la percibimos como blanca, está compuesta por varios colores. Si alguna vez has visto un arcoíris o has usado un prisma para descomponer la luz, sabrás que está formada por una gama de colores que van desde el violeta hasta el rojo. Estos colores son el resultado de diferentes longitudes de onda de la luz.

2. La dispersión de Rayleigh

La luz del sol que se filtra a través de la atmósfera de nuestro planeta podría indicarles a los extraterrestres que la Tierra está habitada por una civilización inteligente.

La luz del sol se filtra a través de la atmósfera / Arek Socha (Pixabay)

El principal fenómeno que nos da un cielo azul se llama "dispersión de Rayleigh". Cuando la luz del sol llega a nuestra atmósfera, se encuentra con una serie de moléculas de aire y pequeñas partículas. Estas moléculas dispersan la luz solar en todas direcciones, pero no todos los colores se dispersan de la misma manera.

Las longitudes de onda cortas (como el azul y el violeta) se dispersan mucho más que las longitudes de onda más largas (como el rojo y el amarillo). Por eso, cuando miramos en la dirección del sol durante el atardecer o el amanecer, vemos colores rojizos y anaranjados. Mientras que, durante el día, el cielo en otras direcciones aparece azul.

3. ¿Por qué no vemos un cielo violeta?

El diseño de Benidorm como ciudad vertical hace que su trama urbana busque el cielo sin consumir apenas suelo.

Distintos tonos de azul en el cielo de Benidorm / DAVID REVENGA

Si el violeta se dispersa más que el azul, ¿por qué no vemos un cielo violeta? Hay un par de razones para ello:

  • Primero, el sol emite luz azul con una intensidad más alta que la luz violeta.
  • Segundo, nuestros ojos son más sensibles al azul que al violeta. Además, algunas longitudes de onda violeta son absorbidas por la capa superior de la atmósfera, reduciendo aún más su presencia en el cielo que vemos.

4. Un espectáculo siempre cambiante

El color exacto del cielo puede variar dependiendo de otros factores, como la presencia de partículas y contaminantes en el aire o la posición del sol. Por eso, podemos disfrutar de impresionantes atardeceres rojizos, cielos grisáceos en días nublados y hasta tonalidades doradas en algunas ocasiones.

El azul del cielo es, por tanto, el resultado de un hermoso juego de física entre la luz del sol y nuestra atmósfera. Aunque solemos darlo por sentado, es un recordatorio de las maravillas naturales que ocurren sobre y alrededor de nosotros todos los días. La próxima vez que mires hacia el cielo, recuerda la danza de moléculas y luz que se produce para ofrecerte ese majestuoso manto azul.