ATENCIÓN SANITARIA

Denuncia en Plasencia: “Mi hija gritaba que la sedaran, que se moría de dolor y mandaron una ambulancia sin médico”

La afectada pide más “humanidad” por parte del 112 y el servicio de Urgencias porque “no se puede aparcar a los pacientes, lo primero es quitarles el dolor”

Su hija tiene un cáncer de ovarios y está en cuidados paliativos, “nunca se queja, nunca la había visto así”

Acceso a las Urgencias del hospital de Plasencia.

Acceso a las Urgencias del hospital de Plasencia. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

"¿Cómo valora el 112 si tiene que mandar una ambulancia con un equipo médico o solo con un conductor? ¿Qué valoración se hace? ¿Quién lo valora?” Son las preguntas que se hace la madre de una paciente de 40 años de Plasencia, que lleva más de 8 años con un cáncer de ovarios y está en cuidados paliativos, tras la atención recibida el pasado viernes por parte del 112 y en el servicio de Urgencias del hospital Virgen del Puerto.

Esta mujer, que prefiere permanecer en el anonimato, explica que su hija está recibiendo el tratamiento y la medicación paliativa en Madrid, aunque el endocrino le controla la medicación en Plasencia. No está ingresada, sino en casa, porque su madre es sanitaria y “está bien atendida” y, en los ocho años y medio de enfermedad, “nunca hemos tenido que llamar a Urgencias”.

Sin embargo, el viernes 12 de enero, su yerno les llamó diciendo que estaba “muy fría y sudorosa, mareada y gritando que la sedaran. Ella jamás se queja, pero yo le dije que no podía ponerle más medicación porque hacía diez minutos que se la había puesto. Aun así, gritaba de dolor, no la había visto nunca así”, explica.

"Mi hija me decía que no quería morir así, que por favor la sedaran. Si hubiera venido un médico, habría podido decidir"

Llamaron entonces al 112, que dijo que mandaría a un equipo, pero su sorpresa fue que “venía la ambulancia solo con el conductor, para eso la habríamos llevado nosotros a Urgencias. Mi hija seguía gritando, el conductor estaba asustadísimo y entre varios la metieron en la camilla, mientras me decía que por favor no quería morir así y que la sedaran, que se moría. Me sentí impotente, si hubiera venido un médico, habría podido decidir”.

Cuando llegaron a Urgencias, “pasamos al triaje, que eso es como por vez, si llegas la última, pasas la última y tienes que dar los datos, tomarte la tensión, el pulsómetro… No señor, el médico tenía que haber salido inmediatamente. Yo soy sanitaria y a mí me han enseñado que los pacientes son lo primero y que lo primero es quitarles el dolor, no se puede aparcar a los pacientes”.

Pero se queja de que no ocurrió así con su hija y, cuando llevaba diez minutos esperando a que llegara un médico, preguntó dónde estaba la sala de médicos y fue a preguntar por él “y que no me parara nadie”, afirma. Le encontró “en el ordenador” y le pidió que acudiera a ver a su hija, que les había pedido a los sanitarios “que por favor, por humanidad, la sedaran que se moría”.

Pide más "humanidad" en Plasencia

Destaca que, en cuanto llegó el médico, “se portó bien” y le puso la medicación hasta que se quedó dormida y, posteriormente, la subieron a una planta.

Así terminó su paso por el hospital y ha querido hacerlo público porque “me ha dolido mucho que mandaran solo a un conductor en la ambulancia. Esto no tendría que pasar, tendrían que haber enviado a un médico y una enfermera porque, si el dolor va del 1 al 10, tenía dolor 10. Para mí es imperdonable”.

También critica la espera en Urgencias mientras su hija gritaba de dolor: “Que mi hija me pidiera que la sedara, que se iba a morir, para que me diga eso con las ganas de vivir que tiene y lo que lleva luchando, que le dieron dos años de vida y ya lleva más de ocho, es que no se merece esto, deberían ser más humanos”, zanja.

Este periódico ha preguntado al Servicio Extremeño de Salud por la atención recibida por esta paciente y, aunque ha preguntado por el caso, de momento no ha transmitido la respuesta.

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