Investigación científica

¿Podemos predecir cuándo ocurrirá un ataque de migraña? Un estudio da algunas pistas

Las personas que afirmaron en un estudio haber dormido peor tenían entre un 18% y un 22% más de posibilidades de sufrir un dolor de cabeza a la mañana siguiente

En España se calcula que hay alrededor de 4,5 millones de personas que sufren migrañas.

En España se calcula que hay alrededor de 4,5 millones de personas que sufren migrañas. / Shutterstock

Valentina Raffio

Cada persona es única y, en cierto modo, sus migrañas también. En España se calcula que hay alrededor de 4,5 millones de personas afectadas por esta patología que provoca dolores de cabeza y que, en los casos más graves, puede llegar a ser discapacitante. Pero como ocurre con todo tipo de afecciones, no todas las migrañas funcionan igual. De ahí que sea tan complicado entender cuándo, cómo y por qué se producen.

¿Pero hay algún indicador nos pueda advertir de la llegada de un ataque de migraña? Un estudio publicado este miércoles en la revista 'Neurology' proporciona algunas pistas para saber cuándo se avecina un dolor de cabeza y cómo actuar para minimizar su efecto.

El trabajo, liderado por la Academia Estadounidense de Neurología, parte del estudio de casi 500 pacientes de entre 7 y 84 años diagnosticados con migrañas. Los investigadores pidieron a todos los participantes que registraran cuatro veces al día durante dos semanas indicadores sobre su estado de ánimo, nivel de estrés o su percepción de la energía física. También se les pidió que aportaran información sobre su calidad del sueño y sobre la actividad física que realizaban a lo largo de la jornada. Paralelamente, los participantes también tuvieron que usar unas pulseras para monitorizar el sueño durante el periodo estudiado para tener datos más objetivos sobre cómo eran sus horas de descanso. 

El estudio encuentra un vínculo entre una mala calidad del sueño y un mayor riesgo de migraña a la mañana siguiente

¿El resultado? Según apuntan los datos recopilados por este estudio, las personas que afirmaban haber dormido peor tenían entre un 18% y un 22% más de posibilidades de sufrir un dolor de cabeza a la mañana siguiente. Aquellas que sentían un descenso de su energía física tenían un 16% más de riesgo de tener cefaleas a la mañana siguiente. Y las que decían tener más niveles de estrés estaban hasta un 17% más expuestas a tener migrañas en la tarde o la noche siguientes. Los investigadores no encontraron un vínculo claro entre los estados de ánimo más ansiosos o depresivos con la migraña. 

"Una de las cosas más interesantes que hemos descubierto es que los dolores de cabeza se asocian con la calidad del sueño percibida en lugar de con medidas reales de los patrones de descanso", explica la investigadora Kathleen R. Merikangas, experta del Instituto Nacional de Salud Mental y una de las autoras de este trabajo. "Estos datos resaltan la importancia de los estados físicos y emocionales percibidos en las causas subyacentes de la migraña", añade la especialista tras la publicación de este trabajo.

El estrés se relaciona con más posibilidades de tener cefalea durante la tarde o la noche

Señales de alerta

Hace años que la comunidad científica trabaja para intentar predecir los ataques de migraña. "Conocer los desencadenantes permite a los pacientes tomar medidas preventivas y así evitar la crisis o bien iniciar el tratamiento del episodio de forma mucho más precoz", explica Pablo Irimia, neurólogo especialista en el diagnóstico y tratamiento de las cefaleas en la Clínica Universidad de Navarra.

En el caso concreto de los patrones del sueño, tal y como apunta este trabajo, trabajos previos también han observado que "la falta o exceso de sueño es un desencadenante de migraña", comenta este especialista en declaraciones al portal Science Media Centre España. 

Otros estudios también apuntan a que los ataques de migraña, sobre todo en los casos más graves, pueden ir precedidos de "cambios sutiles" como, por ejemplo, "estreñimiento, alteraciones del estado de ánimo, antojos de comida, rigidez en el cuello, aumento de la cantidad de micciones, retención de líquidos y bostezos frecuentes". De ahí que, tal y como destacan los expertos, ante este tipo de síntomas los pacientes deben extremar precauciones y evitar todo aquello que pueda acentuar sus migrañas. Eso sí, cada persona tendrá que aplicar una receta diferente para reducir sus cefaleas. Porque, como decíamos al principio, por suerte o por desgracia, cada migraña es distinta. 

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