La plataforma de pacientes pide a las comunidades consenso para sacar adelante el plan antitabaco de Sanidad

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), que reúne a 36 organizaciones de ámbito estatal, con más de 1.746 organizaciones asociadas, se ha sumado este martes al resto de sociedades científicas y colectivos de salud pública y considera "urgente" la puesta en marcha del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo del Ministerio de Sanidad 2024-2027. La entidad aboga por el consenso entre el Ministerio y las consejerías de Sanidad para sacar el documento adelante.

Este jueves, en plena Semana Santa, vencería el plazo dado por el departamento que dirige Mónica García a las comunidades para presentar sus aportaciones al plan desarrollado por Sanidad y presentado en la Comisión de Salud Pública celebrada el 14 de marzo. Finalmente, el documento no se sometió a votación porque las comunidades pidieron más tiempo para estudiarlo. Disponían de 15 días "para que puedan revisar lo que quede por revisar y aportar diferentes cosas para mejorarlo", indicaba entonces Sanidad.

Las aportaciones

El viernes previo a la semana festiva, la ministra Mónica García se reunía con sociedades científicas y entidades de salud pública para evaluar y compartir la propuesta del nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027. Una reunión "productiva", señalaba en rueda de prensa tras el encuentro, en la que sobre la mesa, se pusieron muchos datos. La ministra recibió el apoyo unánime de todas las entidades.

Mónica García: "No podemos permitirnos perder a 140 personas cada día por el tabaco"

"No podemos permitirnos perder a 140 personas cada día por el tabaco", enfatizaba la titular de Sanidad que, además, confiaba en llegar a un consenso con las comunidades que tienen hasta ese próximo 27 de marzo para entregar sus aportaciones al documento. Para abordar nuevamente el plan, se llevará a cabo una nueva comisión extraordinaria de Salud Pública y, posteriormente, el pleno del Consejo Interterritorial del día 5 de abril, detalló García.

Salvaguardar la salud pública

Este martes es la POP la que pide consenso. Su presidenta, Carina Escobar, ha remarcado que "la prevención del consumo de tabaco es esencial para salvaguardar la salud pública, ya que el tabaquismo no solo constituye una grave amenaza para la salud general de la población, sino que también agrava los síntomas y deteriora la calidad de vida de las personas con necesidades crónicas de salud".

El tabaquismo causa más de 8 millones de muertes al año en todo el mundo, recuerda la POP. Más de 7 millones se deben al consumo directo y alrededor de 1,3 millones, son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, pretende, entre otras mejoras, que los jóvenes no empiecen a fumar, que aumente el número de exfumadores adultos y que haya más espacios libres de humo para prevenir el humo de segunda generación.

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Desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, abogan por el consenso entre el Ministerio y las consejerías de Sanidad "para lograr políticas y medidas efectivas para prevenir el consumo de tabaco, proteger a los pacientes más vulnerables y promover entornos libres de humo", subrayó la presidenta de la POP.

Jóvenes y tabaco

El Ministerio de Sanidad afirma que unos 460 jóvenes al día se inician el hábito del tabaquismo, resalta esta entidad que considera "crucial desalentar el inicio del consumo de tabaco, especialmente entre las personas más jóvenes, prestando especial atención a las nuevas formas de consumo de nicotina (vapeadores, cigarrillos electrónicos, tabaco calentado, pipas de agua…), pues sirven de puerta de entrada al consumo de tabaco y la adicción posterior".

Reducir el consumo, además de disminuir la incidencia de enfermedades, también alivia la presión financiera, dice la POP

En este sentido, creen que deben promoverse "estrategias integrales que aborden tanto el tabaquismo tradicional como estas nuevas formas de consumo de nicotina. Esto implica no solo campañas de concienciación y educación pública, sino también políticas efectivas de control de tabaco que regulen la publicidad, promuevan espacios libres de humo y aumenten los impuestos sobre los productos de tabaco", afirma Escobar.

Otro punto a tener en cuenta, concluyen, es el aumento de la carga sobre el sistema de salud del tabaquismo, "contribuyendo significativamente al gasto sanitario español y poniendo en riesgo su sostenibilidad". Reducir el consumo, además de disminuir la incidencia de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, también alivia la presión sobre los recursos humanos y financieros, subraya la presidenta de la POP.