"Puedo confirmar que hemos perdido una vida en otro derrumbe en el distrito de Manhattan y esto es una tragedia absoluta", declaró Stringer a los medios de comunicación locales, que avanzaron que también hay dos personas gravemente heridas.

Poco después de las ocho de la mañana hora local (12.00 GMT), una grúa se partió y golpeó sobre la azotea de un edificio de 23 pisos situado en la calle 91 de Manhattan, a la altura de la Primera Avenida, para luego caer hasta el suelo.

Tras el derrumbe los bomberos buscan supervivientes sobre los escombros porque podría haber personas sepultadas.

Testigos presenciales aseguraron haber visto que el operario que manejaba la grúa estaban dentro cuando ésta cayó al vacío.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que participaba en su programa de radio semanal en el momento del accidente, calificó el accidente de "inaceptable e intolerable", y afirmó que se investigarán sus causas.

Este derrumbe tiene lugar apenas dos meses y medio después de que otra grúa se derrumbara en el mismo barrio de Manhattan y provocara el desplome de un edificio de cuatro plantas y la muerte de siete personas.

En aquel accidente, ocurrido el 15 de marzo, los obreros trataban de alargar el brazo de una grúa situada sobre un edificio de 46 plantas cuando el soporte de acero que la sujetaba se rompió.

Por ese accidente fue detenido una inspectora por haber falsificado registros de controles de seguridad y contribuyó a que la responsable de edificación de la ciudad dimitiera ante el aumento de accidentes mortales en el sector de la construcción.