El detenido, Jaime Anselmo D.P., de 35 años y vecino de Badalona (Barcelona), está acusado también de los delitos de apropiación indebida, usurpación del estado civil y falsificaciones documentales.

El denunciante explicó que ordenó una auditoría de la empresa tras comprobar que se habían dado de baja por impago diversas líneas de teléfono y se constató que las líneas afectadas estaban a nombre de personas que no coincidían con los titulares de las cuentas bancarias anotados en los contratos.

En todos los casos, aparecía el nombre de un trabajador, el detenido, como la persona que habría aportado los datos de los usuarios a la empresa para activar las líneas.

La investigación constató que el detenido conseguía datos personales y bancarios de diferentes clientes con quien había tenido relación cuando trabajaba para la empresa y también a través de un club de ocio en Premià de Mar (Barcelona) o de otras empresas.

Posteriormente, y de manera fraudulenta, habría engañado a la empresa de telefonía móvil con que formalizó contratos ficticios a nombre de estas personas que no habían dado su consentimiento.

Con los contratos, conseguía que la empresa le entregase terminales de última generación por un valor aproximado de unos 200 euros por aparato que, posteriormente, revendía a tercera personas.

Por las facturas aportadas por las víctimas se desprende que los destinatarios de estos teléfonos eran extranjeros, ya que las llamadas eran internacionales.

La estafa asciende a más de 15.000 euros en terminales de telefonía móvil y más de 10.700 euros de llamadas realizadas, la mayoría a la República Dominicana.

Debido a esta estafa, muchas de las víctimas han sido incluidas en un registro de morosos por el incumplimiento de obligaciones de pago, lo que repercute a la hora de conseguir préstamos hipotecarios, financiación e incluso para obtener tarjetas de crédito.

El detenido quedó en libertad con cargos después de declarar ante el juez.