La aceitera de «El Lute», las armas del primer asesino psicópata español o la katana usada por un menor detenido en Alicante tras matar a sus padres y a su hermana en Murcia son algunos de los objetos de criminales o sucesos de gran relevancia que se expondrán a partir del próximo jueves en «La sala del crimen», una muestra promovida por la Comisaría Provincial con motivo de la séptima edición de los cursos de verano que organizan conjuntamente la Universidad de Alicante (UA) y la Policía Nacional. La exposición, que permanecerá abierta en el Paraninfo de la UA del 16 al 24 de julio, permitirá al público contemplar de cerca documentos de gran valor histórico que se han intervenido en operaciones policiales contra delincuentes o bandas organizadas, en concreto dos cartas de Napoleón y dos bulas papales plomadas que fueron robadas en el Reino Unido y la Policía las incautó en la caja fuerte del cabecilla de una red de narcos desarticulada en 1997 en Benidorm y Villajoyosa.
Las cartas de Napoleón, una de ellas dirigida a su hijo, están fechadas en febrero y en septiembre de 1813 y las pesquisas policiales no han permitido hasta ahora localizar a su propietario con el fin de devolverlas, por lo que siguen custodiadas en dependencias policiales. Lo mismo ocurre con las bulas papales, que aún son más antiguas que las cartas del emperador. Una es de Clemente IX, cuyo papado se prolongó de 1667 a 1669, y la otra bula es de Benedicto XIV, que fue Papa de 1740 a 1758.
En la UA, donde este año se celebra un curso sobre terrorismo y delincuencia organizada y otro sobre psicología y conducta criminal, se desplegará una amplia muestra de objetos que suelen estar en el Museo de la Policía en la Escuela de Ávila. Además de las armas usadas por el entonces menor José Rabadán para matar a sus padres -una katana, un puñal y un hacha-, el público podrá conocer de cerca detalles del Jarabo, considerado como el primer asesino psicópata, y pruebas del secuestro de la niña Melodie Nakachian en la Costa del Sol, rapto que trascendió las fronteras españolas.
Pelo de la niña Melodie
Un mechón de pelo de Melodie que fue enviado a su familia como «prueba de vida», fotocopias de las cartas y otros objetos de este secuestro con final feliz compartirán espacio en el Paraninfo con un preciado objeto, una de las bombas «Orsini» que se lanzó en el atentado de finales del siglo XIX en el Liceo de Barcelona, donde murieron veinte personas.
Del Museo de la Policía en Ávila también se podrá examinar en la muestra de Alicante juegos de ganzúas, bombines y llaves «bumping» empleadas por los ladrones, inhibidores de frecuencias incautados a atracadores de bancos, dos escopetas con los cañones recortados que tanto se usaban hace años en los atracos, restos de una caja fuerte reventada con una lanza térmica y armas de fabricación artesanal. La Policía tiene un gran número de armas ocultas o simuladas, como una pistola polvera o monedero o un bolígrafo pistola.
Los estafadores también tendrán cabida en la muestra a través de billetes falsos y las cartulinas negras que se emplean con el conocido timo de los billetes tintados o wash-wash». Aunque ahora apenas se emplean las cabinas telefónicas, en su día la Policía detectó e intervino la denominada «tarjeta feliz», trucadas para poder llamar sin límite de tiempo, sobre todo por inmigrantes de origen colombiano.
Durante este viaje al pasado de las huellas que ha dejado el crimen en España, qué mejor despedida que una navaja del siglo XVIII intervenida al bandolero «Melgares» y alguna sorpresa más que se llevarán los asistentes a esta exposición.
