El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha incautado en la lonja de Altea 316 kilos de pescado inmaduro. La intervención fue realizada en una de sus habituales inspecciones, en la que estaban acompañados de un inspector de Pesca de la Generalitat. Los agentes localizaron tres partidas de productos frescos que carecían de etiquetado y era pescado inmaduro, por lo que al estar prohibida su comercialización fue intervenida la mercancía para entregarla a centros benéficos. Se trataba de 220 kilos de pulpo, 88 de pescadillas y 8 de rape. El Seprona levantó tres actas de denuncias a las empresa titulares del pescado y a la comercializadora que los tenía a la venta.