La Audiencia de Alicante cerró el lunes con una conformidad una discusión entre vecinos que acabó a navajazos y a tiros en la localidad de Sax. Los dos acusados son padre e hijo y se declararon este lunes culpables de los hechos que se les imputaban tras cerrar una conformidad las defensas con la Fiscalía. Los dos serán condenados a penas que suman cuatro años y medio de prisión por las puñaladas que sufrió la víctima y por un delito de tenencia ilícita de armas, ya que la Guardia Civil encontró abundantes armas en una finca de los acusados próxima al lugar de los hechos. Ambos permanecen en prisión preventiva desde que ocurrieron los hechos en noviembre de 2019. Inicialmente se les pedía hasta diez años de cárcel para cada uno.
Entre la víctima y los agresores ya había antecedentes por otras disputas anteriores. El 9 de noviembre de 2019 tuvieron una nueva discusión a causa del ruido y padre e hijo se presentaron en la vivienda del vecino, indignados porque aseguraban que éste había proferido expresiones injuriosas contra sus difuntos familiares, según indicaron fuentes cercanas al caso.
El padre, de 57 años, iba armado con un garrote que usaba para andar, coronado con una bola de madera y así como una pistola. El hijo, de 23, iba con una navaja. Entre los dos le abordaron. El padre primero le golpeaba con el garrote, pero la víctima pronto vio que su agresor había sacado una pistola. La primera reacción fue la de intentar arrebatarle el arma y en el forcejeo llegó a haber un disparo, que impactó contra el techo, sin que hubiera que lamentar heridos.
Mientras tanto, el hijo sacó la navaja y asestó hasta once cuchilladas a la víctima, que quedó inconsciente en el suelo mientras los agresores huían. La Guardia Civil pudo localizarles en su casa y detenerles allí, dada la celeridad con la que se desplazaron al inmueble. El herido fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Elda, donde quedó ingresado y tardó cerca de 175 días en restablecerse de las lesiones sufridas.
Inicialmente por estos hechos fue detenida una mujer, esposa de uno de los procesados y madre del otro, pero ésta finalmente no fue acusada de ningún delito.
Casa en ruinas
Pocos días después de los hechos, la Guardia Civil practicó un registro en una vivienda en estado casi ruinoso, junto al inmueble donde ocurrieron los hechos y que usaban los acusados para ocultar armas. Los agentes encontraron allí casi un arsenal, donde había tanto armas de fuego como armas blancas: una pistola de 9 mm con silenciador y dos cargadores, uno de ellos municionado; una escopeta del calibre 12 con el número de serie borrado; una pistola de aire comprimido; doce armas blancas de grandes dimensiones -machetes, cuchillos, una catana, un sable y una navaja- así como 238 cartuchos para pistola y 58 cartuchos para la escopeta.
Los dos acusados se declararon culpables de los hechos tras cerrar una conformidad con la Fiscalía. Previamente habían llegado a pagar hasta 20.000 euros a la víctima como parte de la indemnización que se les reclamaba por la brutal agresión. Motivo por el que se ha visto acreditada una atenuante de reparación del daño.
