Caso Marta Calvo

La madre de Marta Calvo apela a la madre de su asesino: "Si mi hijo fuera un asesino, yo ayudaría a encontrar el cadáver de la víctima"

La madre de una joven desaparecida hace cuatro años en Valencia pide a la madre del asesino, condenado a 160 años por tres crímenes y ocho tentativas, que diga lo que sabe

La madre del asesino de Marta Calvo, en el juzgado de Palma de Mallorca.

La madre del asesino de Marta Calvo, en el juzgado de Palma de Mallorca. / B. RAMON

Xavier Peris

Marta Calvo tenía 25 años cuando desapareció en Valencia el 7 de noviembre de 2019 tras quedar con un hombre al que había conocido en una aplicación de citas por internet. Lo último que su madre, Marisol Burón, supo de ella fue un mensaje telefónico diciéndole que estaba bien y una localización de la casa en la que estaba, en la localidad de Manuel. Cuando no volvió a su casa ni respondió al teléfono, su madre acudió a ese domicilio y habló con su inquilino, el colombiano Jorge Ignacio Palma, de 41 años. El hombre negó que la conociera y ese día se dio a la fuga. Días después fue detenido. Las investigaciones de la Guardia Civil permitieron que en 2022 fuera condenado a casi 160 años de cárcel por el asesinato de tres mujeres, entre ellas Marta, y ocho tentativas. Pero el cadáver de la joven sigue sin aparecer. Desde entonces Marisol Burón ha mantenido una lucha constante por descubrir el paradero del cuerpo de su hija, que le ha llevado a interpelar directamente a la madre del asesino, que reside en Palma. "Estoy convencida de que ella sabe lo que hizo con mi hija", dice Burón. "Si mi hijo fuera un asesino, yo seguiría queriéndolo, pero al menos ayudaría en lo posible para localizar el cadáver de la víctima".

Se acaban de cumplir cuatro años de la desaparición de Marta Calvo en la localidad valenciana de Manuel, pero su madre no se rinde. Asume que Marta está muerta, pero quiere localizar su cuerpo, y aquí la figura de la madre del asesino, que vive en la barriada palmesana de Son Armadams, es clave. Marisol Burón está convencida de que sabe más de lo que cuenta.

"Ellos tenían una relación muy estrecha, sostiene Burón. "De hecho, la madre le administraba todo y le pagaba los alquileres de sus casas. Mi hija desapareció el 7 de noviembre y al día siguiente, la madre del asesino viajó de Palma a Valencia. Él fue a la estación a recogerla y fueron juntos a su casa para celebrar su cumpleaños. Es imposible que no supiera lo que había hecho y lo que hizo después con el cuerpo de mi hija".

Marisol Burón, con una foto de su hija, Marta Calvo.

Marisol Burón, con una foto de su hija, Marta Calvo. / M. TORTAJADA / LEVANTE

El condenado por el asesinato, Jorge Ignacio Palma, declaró a la Guardia Civil que Marta había muerto por accidente, y que él se asustó y decidió descuartizar el cadáver y tirar las piezas en distintos contenedores de basura de la zona. Sin embargo, los investigadores de la Guardia Civil discrepan de esta versión. En las exhaustivas inspecciones que hicieron en su casa no encontraron restos de sangre de Marta. Sin embargo los investigadores llegaron a paralizar la planta de tratamiento de basura de la zona para buscar cualquier resto de la joven asesinada, sin resultado.

La madre del asesino tuvo que comparecer en un juzgado de Palma en octubre de 2021, pero se acogió a su derecho a no declarar contra su hijo. Se marchó sin decir nada. Marisol Burón cuestiona esta actitud. "Si fuera mi hijo y yo creyera que es inocente, declararía todas las veces que hiciera falta para defenderlo. ¿Por qué ella prefirió guardar silencio?".

Burón está convencida de que la mujer está encubriendo a su hijo. "Probablemente porque él sigue insistiendo en que la muerte de Marta fue accidental, y si aparece el cadáver quedaría clara la causa. Ella sabe dónde está el cuerpo de mi hija y supongo que, como madre, sabrá el dolor que está causando. Si mi hijo fuera un asesino, yo le seguiría queriendo, pero al menos ayudaría a localizar el cuerpo de la víctima. Si no lo hace es porque es de la misma calaña que su hijo".

Burón es muy crítica con el hecho de que pese a que Jorge Ignacio Palma tenía varias detenciones por narcotráfico, seguía en libertad. El hombre ha sido condenado a 160 años de prisión por asesinar a tres mujeres e intentarlo con otras ocho, a las que drogó para luego introducirles grandes cantidades de cocaína en el ano y la vagina. "Es un asesino en serie. Igual no dicen dónde esta el cuerpo de marta porque allí hay más cadáveres escondidos", concluye Marisol Burón.

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