Robo

"Lo golpeamos y gritamos": habla la abuela que repelió con su nieta el violento asalto a su casa de Asturias

Prisión para el ladrón que intentó acceder a su hogar, en Sueros, y que les atacó con un cúter

La Guardia Civil identifica a tres cómplices

La vecina que ha sufrido los robos en su casa de Sueros, junto a la verja de seguridad que ha instalado.

La vecina que ha sufrido los robos en su casa de Sueros, junto a la verja de seguridad que ha instalado. / DAVID MONTAÑÉS

David Montañés

El arrojo de una abuela y de su nieta veinteañera evitaron que una banda de delincuentes accediera a una vivienda de Sueros (Mieres) con la intención de efectuar un violento robo. "Fue un momento terrible. Llevamos un enorme susto y lo pasamos fatal", explica la mujer, de 79 años, tras recibir una noticia que llevaba esperando desde el 3 de octubre, cuando se produjo el asalto en su casa: la Guardia Civil ha detenido a dos de los presuntos autores, ingresando uno de ellos en prisión; además, mantiene a otros dos como investigados por robo con violencia e intimidación.

Las dos mujeres, se preparaban para acostarse a última hora del referido 3 de octubre cuando escucharon picar a la puerta. "La voz de fuera me dijo con total naturalidad que abriera, que tenía prisa, y pensé que podía ser uno de mis nietos", explica la propietaria del inmueble. Al abrir la puerta, un individuo se abalanzó sobre ella. "Por suerte mi nieta (24 años) había sospechado algo, y entre las dos contuvimos la puerta", rememora la abuela.

El hombre llevaba la cara tapada por una mascarilla y estaba armado con un cúter. Lo único que dijo durante el forcejeo con las mujeres fue preguntar por la ubicación de la caja fuerte. Pocas dudas surgieron sobre sus intenciones. La valiente e inesperada resistencia de las mujeres dio lugar a una furibunda lucha en el que ambas resultaron heridas. La abuela recibió cortes superficiales en la cara y en un brazo, antes de que el hombre se diera a la fuga. "Empezamos a gritar y a golpear; algunos vecinos salieron de sus casas, increpándolos también. Al ver que se estaba montando un follón, el ladrón terminó por desistir de entrar en casa y huyó insultando y amenazando al resto de vecinos", narró a este diario la víctima.

Las pesquisas permitieron a los agentes encargados del caso reconstruir los hechos y determinar que en ellos habían participado cuatro hombres de entre 25 y 33 años, todos ellos con antecedentes por delitos contra el patrimonio. Actuaron movilizando dos vehículos, uno de ellos para realizar labores previas de vigilancia.

Uno de los detenidos, ya en prisión, fue el que entró en la vivienda para intentar cometer el robo, mientras otro realizaba tareas de vigilancia a pocos metros. Los otros dos implicados esperaban en el vehículo para facilitar la huida, siempre según el resultado de las averiguaciones de la Guardia Civil. La investigación se vio favorecida por el hecho de que la mayor de las mujeres pudiera ver el rostro del asaltante: "Al intentar evitar que entrara en casa le di un golpe en la cara con la mano y se movió la mascarilla que llevaba. Cuando posteriormente la Guardia Civil me enseñó varias fotos pude reconocerlo perfectamente".

Tras el intento de robo, las víctimas a la Guardia Civil. "Aparecieron casi de inmediato y enseguida sospecharon de un coche con el que se habían cruzado", explica la abuela. Como medida de seguridad, los cacos habían utilizado un vehículo sin vinculación aparente con ellos, para moverse por la zona y dificultar su identificación. Las indagaciones permitieron finalmente su localización, y los agentes tomaron declaración a dos de ellos como investigados el pasado 12 de febrero. Cuatro días después detuvieron a los otros dos implicados. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Mieres decretó el ingreso en prisión provisional del autor material del robo.

Robo anterior

Lo peor del caso es que se trata del segundo robo en pocos meses que sufre esta modesta vivienda situada en Sueros, una localidad del extrarradio de Mieres. Dos individuos ya habían lograron unos meses antes entrar en la vivienda y desvalijaron la caja fuerte. "Me retuvieron durante un buen rato y me intentaron amordazar. Les dije que si me tapaban la boca me matarían, ya que sufro de asma y del corazón", explica la desafortunada víctima. Entonces sospecharon de que alguien próximo a la familia podía haber informado a los ladrones de la presencia de una caja de caudales. El éxito de aquel robo pudo haber sido el detonante del segundo intento, que estaba condenado al fracaso de antemano: "En el primer asalto me destrozaron la caja fuerte y desde entonces ya no guardo nada de valor en casa", apunta la víctima.

Tras lo sucedido, la familia ha decidido colocar una verja de seguridad delante de la puerta de la vivienda, protegiendo también con barrotes los accesos a través de las ventanas de la parte baja de la vivienda: "Se pasa mucho miedo. Yo incluso me planteé irme a vivir a una residencia, ya que los primeros días me sentía muy insegura". Esta mierense confía en no volver a sufrir sobresaltos de esta magnitud: "Nunca piensas que te puedan pasar estas cosas y mucho menos dos veces seguidas. Durante el robo pasas mucho miedo, y luego te queda la angustia, que casi es peor", señala esta mierense. En su caso, es consciente de que se jugó la vida al enfrentarse a los asaltantes: " Solo piensas en defenderte y actúas por instinto, sin pensar".

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