Investigación

Rompen en Navarra el coche de la viuda de uno de los guardias civiles asesinados en Barbate

Se investigan los hechos, ocurridos en la madrugada del miércoles en el municipio navarro de Sarriguren

Marlaska, con Chivite al fondo, en la capilla ardiente del guardia civil David Pérez.

Marlaska, con Chivite al fondo, en la capilla ardiente del guardia civil David Pérez. / EP

NTM

Un grupo de personas sin identificar rompió durante la madrugada del miércoles en Sarriguren (Navarrala luna del coche de la viuda de David Pérez Carracedo, uno de los guardias civiles asesinados en Barbate por una narcolancha.

La propia Guardia Civil está investigando los hechos ya denunciados y no descarta que se ponga protección a los familiares afectados. Pérez Carracedo residía en la localidad navarra junto a su familia.

Fallecidos

Los agentes fallecidos son Miguel Ángel González Gómez, de 39 años, natural del municipio gaditano de San Fernando, miembro del Grupo de Especialistas en Actividades Subacúaticas (GEAS), con pareja y una hija; y David Pérez Carracedo, de 43 años, natural de Barcelona, integrante del Grupo de Acción Rápida (GAR), con mujer y dos hijos.

Ambos fueron despedidos por sus compañeros, familia y autoridades en los funerales celebrados en la catedral de Cádiz y en la de Pamplona. Los dos agentes fallecidos han sido reconocidos con la concesión a título póstumo la Cruz de Oro de la Orden del Mérito de la Guardia Civil.

Temor por su integridad

Agentes de Vigilancia Aduanera presentaron el pasado 13 de noviembre un escrito en la Delegación Especial de la Agencia Tributaria de Andalucía en el que ya manifestaban el temor por su integridad por las embarcaciones con las que trabajan y reclamaban "el refuerzo de los medios frente al narcotráfico".

Este escrito, en el que se advertía de la precariedad laboral en la que Vigilancia Aduanera desarrolla su labor, ha sido dado a conocer este lunes por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) tras la muerte el viernes pasado de dos guardias civiles al ser arrollados por una narcolancha en Barbate (Cádiz).

Los miembros firmantes del escrito explican que entre 2018 y 2019 se empezaron a incorporar a la flota un tipo de semirrígidas cabinadas de 10 y 11 metros de eslora con tres motores fueraborda, que se denominan Fénix II, III, IV y V, cuyas funciones en la base marítima de Algeciras (Cádiz) serían reforzar la labor del patrullero tradicional de casco de fibra reforzada Rodman 55.

"Realizamos un trabajo que entraña un alto riesgo pues el simple hecho de estar expuestos al medio marino ya lo es en sí mismo y llevamos a cabo intervenciones nocturnas con malas condiciones meteorológicas y grandes velocidades", relatan.

Añaden que "como represores del contrabando y de delitos de narcotráfico en las costas andaluzas" llevan muchos años "siendo la punta de lanza en la lucha contra esta lacra que inunda nuestra sociedad".

Denuncia

"La costa de Andalucía se ha convertido en una gran empresa logística y de distribución de hachís, las narcolanchas cada vez son más numerosas, más grandes y más potentes y cada vez es más normal en las patrullas rutinarias encontrar grupos de tres, cuatro o más juntas, unas con hachís, otras con petacas de gasolina y otras de apoyo vacías", agregan.

Señalan que "una embarcación tipo Fénix tiene menor eslora y menor porte que la mayoría de las narcolanchas" por lo que aunque pueden "competir en velocidad" en relación a las características estructurales de ambas embarcaciones están "en inferioridad".

"Podemos validar el símil entre un coche y un camión, en el que la Fénix es el coche y ante una posible colisión entre ambas embarcaciones la seguridad de los funcionarios embarcados es inexistente", destacan.

Comentan que "en un principio el uso de las embarcaciones Fénix fue definido como puramente asistencial, auxiliares y de complemento de las Rodman 55 pero la precariedad por la que atraviesa la flota de Andalucía hace que desde hace años están siendo usadas como un patrullero más saliendo en solitario".

Mientras, "las organizaciones de narcotraficantes y sus miembros son cada vez más violentos por lo que no debemos subestimar los peligros a los que están expuestos los funcionarios de Vigilancia Aduanera de Andalucía", recalcan.

CSIF ha anunciado que se compromete a "denunciar esta situación ante todas las administraciones, foros y medios de comunicación".