Ana, la técnico de riesgos laborales fallecida en una obra al caerle un bidón en la cabeza
La víctima, de 36 años, acudió a revisar la evolución del un edificio ejecutado por la constructora para la que trabajaba en Las Palmas de Gran Canaria
Muere una mujer de 36 años aplastada por un bidón de media tonelada en Las Palmas de Gran Canaria
La maquinaria de obra se paró a las doce de la mañana de este jueves y un silencio momentáneo invadió la carretera de Chile. Tras segundos de respiración contenida, los gritos y llantos se desataron en un edificio en obras en la calle el Horno de Cal. Allí, entre los recovecos del esqueleto de lo que en un futuro pretendía ser uno de los nuevos inmuebles de Las Palmas de Gran Canaria acababa de perder la vida una mujer, de 36 años, después de que le cayese en la cabeza un bidón de 500 kilos. Los sanitarios del Servicio de Urgencias Canario (SUC) no pudieron hacer nada por ella cuando llegaron. Tal fue el golpe que presentaba heridas incompatibles con la vida.
La víctima, Ana S. G., era –por contradictorio que parezca– la responsable de riesgos laborales en la Constructora San José, a cargo de los trabajos de edificación del bloque en el que falleció. «Realizaba labores profesionales», dicen fuentes policiales acerca de lo que llevó a la joven a estar en el edificio en ese momento. Ana era la persona que velaba por que los proyectos se ejecutasen con seguridad, sin poner en riesgo la vida de ninguno de los obreros.
El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 del Gobierno de Canarias recibió a las 12.08 la alerta sobre el incidente. Al parecer, en un primer momento, las personas que demandaron auxilio afirmaron que había una mujer herida.
Hasta el lugar, justo en la confluencia de la carretera de Chile con Horno de Cal, a espaldas del Hospital Doctor Negrín, se desplazaron una ambulancia de soporte vital básico y otra medicalizada, pero los sanitarios solo pudieron confirmar el fallecimiento.
Accidente laboral
También acudieron agentes de la Policía Local, Policía Nacional, Bomberos, el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Canarias y la Policía Científica. Junto a ellos estuvieron responsables de Inspección de Trabajo, ya que el suceso (exceptuando que la investigación dé un vuelco) está catalogado como accidente laboral. Se encuentra ya judicializado y se han iniciado las diligencias policiales para esclarecer los hechos.
Las primeras hipótesis apuntan a que el bidón podría haber caído tras moverse unos palés en uno de los pisos superiores de la obra. Impactó, directamente, contra la cabeza de Ana, que se encontraba en las plantas bajas.
En una de las farolas de la calle, apuntando directamente al edificio, hay instaladas unas cámaras que graban el desarrollo de los trabajos de construcción y que, según ha podido saber este diario, serán revisadas para comprobar si captaron el momento del trágico suceso y, como todo apunta, se trata de un accidente laboral.
Ese inmueble en el que Ana perdió la vida está siendo construido por el Grupo San José, para el que ella trabajaba desde 2018 como técnico superior de prevención de riesgos laborales.
La promoción, que en un futuro se llamaría Habitat Costanera, recibió la licencia de urbanización el 9 de enero de 2023 y tenía un plazo de ejecución previsto de 20 meses. Si el calendario se cumplía, las obras deberían finalizar en septiembre de este año, e incluirían la edificación de 85 viviendas y varios locales comerciales.
«Muy rápido»
«Todo fue muy rápido. Cayó el bidón, se quedó tendida en el suelo. Se paró todo, los obreros corrieron a atenderla, a intentar apartar la garrafa...», dicen, todavía en estado de ‘shock’ fuentes conocedoras del accidente. Al menos media docena de empleados estaban en ese momento en la obra y aguardaban, pasado el mediodía de este jueves, en las inmediaciones del edificio.
Con lágrimas en los ojos, sin apartar la vista de esa mole de cemento rodeada por andamios en la que poco tiempo antes trabajaban, prefirieron guardar silencio hasta que la funeraria realizó el levantamiento del cadáver, sobre las 15 horas. También se desplazaron al bloque una docena de compañeros de Constructora San José, que aguardaron refugiados en un vehículo, a disposición de los agentes de la Policía Nacional y de los inspectores de Trabajo.
«Es fundamental en el equipo», afirmaban, todavía en presente, de Ana quienes trabajaron con ella, y definían a la víctima como «rigurosa, ordenada y eficiente en el trabajo, exigente, y mostrando siempre un carácter dispuesto, cordial y amable». La docena que esperaban frente a la obra se fundieron en un abrazo, entre llantos, cuando el furgón de la funeraria llegó al edificio.
Ana estudió Ingeniería Técnica Industrial y Mecánica en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; tras esto, realizó un Máster en Prevención de Riesgos Laborales, Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial y Ergonomía y Psicología Aplicada en la Universidad Camilo José Cela. Todo orientado siempre, al igual que los empleos que ha desempeñado antes de llegar a San José, a buscar la seguridad de los trabajadores. Sus compañeros, por los que ella velaba, la lloraban en las aceras del edificio en obras en el que perdió la vida.
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