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Vista general de la sala, con los acusados sentados en el banquillo este martes en la Audiencia de Alicante.AXEL ALVAREZ

La Audiencia de Alicante estudia en el inicio de la vista si ha prescrito una estafa de hace tres lustros

La red usaba a personas sin recursos para lograr créditos de hasta 108.000 euros con documentación falsa de su solvencia, dinero que finalmente iba a parar a las cuentas de los cabecillas del entramado. Uno de ellos fue asesinado en 2008

Con el presunto cabecilla de la organización ya fallecido y más de tres lustros después de los hechos, la Audiencia Provincial estudia si ha prescrito una estafa de más de 100.000 euros a Caixa Galicia por parte de una red que se dedicó a timar a entidades bancarias de Alicante con nóminas falsas para lograr créditos. El juicio tenía que haber arrancado este martes en la Audiencia de Alicante, pero las defensas plantearon al inicio de la vista que los hechos estaban ya prescritos, ya que datan de 2007. Tras numerosos avatares, en los que la macrocausa se fue dividiendo en otras y el presunto cerebro de la trama estuvo años desaparecido, hasta 2019, no se presentó el escrito de acusación en el juzgado.

Un total de nueve personas se sentaban este martes en el banquillo por esta estafa del grupo. Entre ellas, dos responsables de las mercantiles a través de las que se tramitaban los préstamos, un gestor de la Caixa Galicia, al que se acusa de actuar en connivencia con esta organización, así como algunas de las personas que usaron la documentación falsificada para pedir el dinero al banco.

En la pieza que debería haberse empezado a enjuiciar este martes, el crédito supuestamente era para la adquisición de coches en un concesionario de la red, pero realmente el dinero iba a parar a los bolsillos de los cabecillas del entramado y no se destinó a la compra de vehículo de alguno. Las penas que se reclaman para cada uno oscilan entre los dos y los cinco años de prisión. Los dos años se piden para los falsos solicitantes de los créditos, y cinco para los cerebros de la estafa.

Modus operandi

"Hay una gente que te paga, si abres una cuenta en esta oficina". Con este gancho, esta red que dejó estafas millonarias a numerosas entidades bancarias de la provincia de Alicante se hizo con los datos de decenas de personas de baja capacidad económica. Algunos de ellos toxicómanos o indigentes. El grupo les falsificaba documentación de vida laboral y de nóminas para dar la apariencia de solvencia económica ante el banco, a sabiendas de que la entidad nunca iba a poder cobrar el dinero del préstamo. Las cantidades prestadas iban a parar al bolsillo de los presuntos cabecillas y los bancos se encontraban sin posibilidad de recuperar nada. Los solicitantes del crédito no tenían bienes que embargar y eran insolventes.

El presunto cerebro de estas estafas, Jesús Hernández Utrera, tampoco ha podido sentarse en el banquillo, ya que su cadáver fue localizado en el año 2011 enterrado en una casa de campo abandonada en el Maigmó, asesinado en lo que pudo ser un ajuste de cuentas. Llevaba desaparecido desde 2008.

Casi doce años después de su muerte, la Audiencia y los juzgados de lo Penal, aun siguen recibiendo casos de presuntas estafas de su organización. Hay distintas entidades afectadas que prestaron su dinero tanto para la adquisición de inmuebles tasados muy por encima de su valor real, como para la compra ficticia de coches. En el juicio que debería haber empezado este martes, la entidad afectada fue Caixa Galicia que autorizó entre octubre de 2007 y febrero de 2008 hasta diez préstamos por importe de 108.931 euros, que el banco nunca llegó a recuperar.

La Sección Segunda de la Audiencia de Alicante había previsto hasta dos días para señalar la vista. La red disponía de una empresa que sobre el papel era un concesionario de coches, pero que en realidad no tenía actividad real. Todos los solicitantes de créditos iban a pedir al banco dinero para comprar un coche en la referida empresa, pero la realidad es que no se compró coche alguno y el dinero iba a parar a las cuentas de los cerebros del fraude. Los informes de solvencia incluían nóminas falsas, historias manipuladas de vida laboral en la Tesorería de la Seguridad Social y hasta facturas alteradas de las facturas de los vehículos. Cada operación bancaria enjuiciada en esta causa oscilaba entre los 18.000 y los 20.000 euros.

Al inicio de la sesión, las defensas han planteado que los hachos habrían prescrito, aunque la situación no era la misma para todos los acusados. Algunos ya habían declarado en el juzgado al inicio del procedimiento en el año 2008, mientras que otros no fueron citados hasta el año 2016. Una petición que comenzó planteando el abogado Laureano del Castillo y a la que se fueron adhiriendo otras defensas entre las que se encuentran los abogados Joaquín De Lacy, Domingo Salvatierra y Sigfrido Gomis. Según plantearon para algunos de ellos la causa estuvo totalmente paralizada durante más de tres años. Una petición a la que se opuso tanto la Fiscalía, como la acusación particular que ejerce Caixa Galicia.

Tras un breve receso para que los magistrados deliberaran, el tribunal acabó anunciando que había situaciones muy diferentes para todos y cada uno de los acusados y que la causa era muy voluminosa. "Hay que estudiarlo bien y detenidamente antes de tomar una decisión precipitada", avanzó en la sala el magistrado Javier Guirau. Por este motivo, todos los acusados y sus letrados han sido citados el próximo 13 de julio para el que tribunal les notifica su decisión.

Un cadáver que apareció en el Maigmó

Los restos mortales de Jesús Hernández Utrera fueron localizados en una casa abandonada y semiderruida en el entorno del Parque Natural del Maigmó el 15 de julio de 2011. Desde finales de 2008, Utrera estaba siendo intensamente buscado por las Fuerzas de Seguridad tras su desaparición mientras estaba inmerso en decenas de procedimientos judiciales contra entidades bancarias. Fueron necesarias pruebas de ADN para verificar que se trataba realmente de él, ya que lo que se había encontrado era un esqueleto. Decapitado, para más señas. Unos niños que estaban jugueteando por el paraje fueron quienes hallaron los restos y dieron parte a las autoridades. Utrera jamás llegó a sentarse en el banquillo por las estafas que le imputaron. El Banco de Santander, el BBVA, Bancaja, la Caja de Castilla-La Mancha y ahora Caixa Galicia, figuran entre las entidades estafadas por el grupo.

Un ajuste de cuentas pudo ser el móvil del crimen. Según informó en su día la Guardia Civil, Utrera reinvirtió el dinero que había ganado en estas estafas en operaciones de narcotráfico a gran escala. Unos negocios que salieron mal y esta vez sus socios recurrieron a otras vías para saldar cuentas con él. Aunque llegaron a practicarse detenciones por el asesinato de Utrera, todavía no se ha celebrado juicio alguno por el asesinato en la Audiencia Provincial.

Uno de los últimos procesos por estafa a la red de Hernández Utrera se cerró con una conformidad el año pasado ante la Audiencia Provincial. Unos hechos en los que la entidad afectada era Caixa Galicia a través de créditos para compra de vehículos que se habrían obtenido con documentación falsificada. La cuantía del dinero reclamado por el banco ascendía a 200.000 euros. En aquella ocasión, una conformidad con penas de entre dos y ocho meses de prisión cerró el juicio. Otras de las causas a la red se ha cerrado con acuerdos entre las partes. Sin embargo, los años transcurridos desde que se presentaron las primeras denuncias han causado que algunas partes ya empiecen a plantear la nulidad de la causa en aquellos casos aún pendientes de juicio.

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