Si el timo de la estampita o el tocomocho perduran desde hace décadas y las víctimas siguen cayendo en la trampa, a pesar del evidente engaño, en los últimos años están en auge las conocidas como «estafas del amor» o «romance scam», una modalidad delictiva donde los cibercriminales crean perfiles falsos en redes sociales y páginas de citas y simulan ser militares estadounidenses o médicos, entre otras profesiones. Todo ello para enamorar a mujeres y hombres hasta lograr que les envíen todos sus ahorros o que incluso se endeuden con préstamos para satisfacer a la pareja virtual. Una de las últimas víctimas que denunció su caso ante la Policía Nacional de Alicante es una mujer de unos 60 años a la que un falso marine destinado Irak, que se hacía llamar Fred, la engatusó de tal forma que le estafó 835.000 euros durante dos años de ciberrelación.

La denuncia de esta afectada permitió abrir hace un año y medio una compleja investigación en la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Brigada Provincial de Policía Judicial Alicante que ahora ha permitido desarticular en Mallorca y Málaga una red de ciberdelincuentes acusada de estafar más de un millón de euros a una veintena de mujeres de una docena de países europeos mediante el «timo del amor». En la bautizada como «operación Marine», realizada por la UDEF de Alicante en colaboración con sus compañeros de Mallorca y Málaga, han sido detenidas 16 personas de la red, 15 en Palma y una en la capital malagueña.

La Policía afirma que es una de la mayores operaciones en la lucha contra la ciberdelincuencia en la Unión Europea. Los agentes de la UDEF de Alicante ha contado con la colaboración de sus compañeros de Mallorca y Málaga durante las pesquisas de la bautizada como "operación Marine".

Según la Policía, el entramado criminal utiliza multitud de perfiles falsos en páginas de citas y redes sociales y a través de ellas contactó con una mujer de Alicante. Poco a poco fueron ganándose su confianza durante años y le hicieron creer que estaba manteniendo una ciberrelación con un marine de los Estados Unidos destinado en Irak.

El marine virtual,

El falso marine, que se hacía llamar Fred y acabó dejando las Fuerzas Armadas para trabajar en una planta petrolífera de Malasia, realizó multitud de videollamadas con la víctima y por el resultado final su papel de actor fue ejemplar. Engañó durante años a la víctima con la creencia de que llegarían a formalizar algún día una relación sentimental, pero nada más lejos de la realidad. Su único objetivo consistía en el perjuicio económico de la víctima fruto del engaño y durante toda la ciberrelación el falso marine utilizaba todo tipo de pretextos y excusas para solicitarle dinero, tales como pago de tasas, certificados, billetes de avión, seguridad para su vida y sobornos, entre otros motivos.

Así logró estafarle la escalofriante cantidad de 835.000 euros. Además de entregarle todos sus ahorros llegó incluso a solicitar préstamos personales para obtener más dinero y poder transferírselo al falso marine. La alicantina llegó a realizar hasta 75 transferencias bancarias, en su mayoría con destino a cuentas de Malasia, Indonesia y España. Asimismo, fruto de la desesperación le envió un paquete con gran cantidad de dinero en efectivo a través de una empresa de mensajería, según la Policía.

Ciberdelincuentes especializados

Los agentes de la UDEF de Alicante rastrearon durante meses el dinero de la víctima y comprobaron que se encontraban ante una organización criminal compuesta por ciberdelincuentes especializados en el engaño online en toda Europa. De hecho, tras la denuncia en Alicante la Policía Nacional ha localizado hasta el momento cerca de una veintena de víctimas en Lituania, Alemania, Italia, Rumanía, Luxemburgo, Finlandia, Polonia, Eslovaquia, Croacia, además de en España. El fraude supera con creces el millón de euros y la investigación policial sigue abierta-.

La organización había articulado todo un entramado criminal compuesto pormulas” que se dedicaban a recibir en sus cuentas bancarias el dinero procedente de las ciberestafas para, posteriormente, darle salida a través de un escalón superior de la organización, mediante transferencias bancarias al extranjero, concretamente a Malasia e Indonesia. Tal era la cantidad de dinero defraudado que, en ocasiones, se invertía en bitcoins para dar salida al capital.

Uno de los registros de la operación realizada por la UDEF de la Policía de Alicante.

El rastro del dinero estafado a la alicantina condujo a los investigadores hasta Málaga, donde detuvieron a uno de los cabecillas de la organización a principios del pasado mes de mayo. Los agentes registraron además su domicilio e incautaron material informático que permitió continuar con la investigación.

Las 15 detenciones en la isla mallorquina, incluida la del jefe de la red, se llevaron cabo a principios de este mes de octubre, así como varios registros. El cabecilla es un joven nigeriano de 27 años que dirigía a los otros 14 detenidos, que eran las “mulas” encargadas de recibir el dinero de los engaños amorosos y enviarlo a Malasia e Indonesia.

El material informático intervenido en Málaga está pendiente de analizar y podría servir para esclarecer una gran cantidad de ciberestafas cometidas en toda la Unión Europea mediante el "timo del amor". Los agentes también intervinieron multitud de terminales móviles y tarjetas de prepago que utilizaría la organización para contactar con sus víctimas sin dejar rastro, así como documentación falsificada que utilizaba el líder de la organización para hacerse pasar por diferentes personas.

25 delitos esclarecidos

La Policía Nacional afirma que por ahora ha logrado esclarecer más de 25 delitos de estafa cometidos por toda Europa mediante este engaño amoroso. Los 16 detenidos, con edades comprendidas entre los 19 y 31 años y de nacionalidades nigeriana, mexicana, rumana, española, colombiana, dominicana y cubana, fueron puestos a disposición judicial como presuntos autores de los delitos de estafa, falsedad documental y pertenencia a organización criminal.

La Policía Nacional solicita prudencia a la hora de relacionarse con nuevas amistades a través de Internet, ya que organizaciones criminales especializadas, asentadas en su mayoría en el extranjero, aprovechan dichos canales para poder llegar a víctimas potenciales en nuestro país, con las que, tras un engaño muy elaborado, logran estafarles grandes cantidades de dinero, encontrándose al tiempo sin ahorros y, en su mayoría, con préstamos personales pendientes.