Nikolay T., el joven de 26 años acusado de asesinar a la funcionaria de Justicia de 45 años en la pedanía ilicitana de La Hoya y a un agricultor de 66 años en Los Montesinos y de intentar matar a una mujer en Torrevieja, es un asesino en serie desorganizado de carácter psicótico, que mataba al azar, "hablaba a dos voces" y tiene una personalidad múltiple, posiblemente por padecer una esquizofrenia.

Este es el perfil del asesino en serie identificado por la Guardia Civil y la Policía Nacional tras dos años de pesquisas en las que la colaboración ciudadana y el ADN han sido claves para el esclarecimiento de una oleada de crímenes sin aparente conexión que se frenaron porque el autor huyó a Rusia dos semanas después de matar a Alicia en La Hoya.

"Asesino de los ojos muertos"

Al mes siguiente, el 15 de diciembre de 2020, el bautizado en algunos medios como "asesino de los ojos muertos", volvió a matar a una persona de forma inexplicable en un pueblo cercano a Moscú. Entró en una tienda a comprar tabaco y al salir abordó a una clienta del comercio. Apenas llevaba un minuto con ella cuando sacó un cuchillo y la apuñaló mortalmente, según la prensa local. El asesino pudo ser apresado por este crimen y fue juzgado y condenado, pero ha sido recluido en un psiquiátrico de la ciudad rusa de Smolensk al ser declarado inimputable por su patología mental.

Dos juzgados de Elche y Torrevieja han cursado órdenes internacionales de detención para solicitar su extradición, aunque no se tienen muchas esperanzas de que Rusia acceda a extraditarlo. El TSJ ha informado de que la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Elche ha remitido al Ministerio de Justicia la solicitud de extradición del sospechoso tras acordar este viernes la prisión de Nikolay. La comparecencia de prisión se ha celebrado esta mañana con presencia de la Fiscalía, la acusación particular y la defensa del investigado, a quien se le ha asignado un abogado de oficio. El auto de prisión, que es preceptivo por ley para poder cursar las peticiones de detención internacional y extradición de un investigado, reconoce expresamente la labor investigadora desarrollada por las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado.

La subdelegada del Gobierno en Alicante con los responsables de la investigación. MORELL/EFE

La madre de Nicolay, con la que residía en un chalet de la carretera de La Marina y se dedicaba al sector inmobiliario, le compró el billete de avión al día siguiente del asesinato de Alicia en La Hoya. Los investigadores no dudan de que la madre, que también se marchó a Rusia, ayudó a su hijo a huir al conocer que había matado a la funcionaria y era consciente de los problemas mentales que padece. De hecho, en marzo de 2020 llamó a un centro de salud de Torrevieja para comentar que su hijo tenía brotes psicóticos y le recomendaron que acudiera a Urgencias o pidiera cita con su médico de cabecera. No les consta a los investigadores que lo hiciera.

Ese mismo mes de marzo, según averiguaron los investigadores, Nicolay fue detenido por allanamiento de morada al acceder a la vivienda de unos amigos, pero tanto los investigadores como el conocido del joven ruso creen que su intención era matarlo porque entró con guantes de latex, bolsas y un cuchillo. Sin embargo, hubo una pelea y al haber más personas en la casa cesó en sus intenciones.

El joven Nicolay residía en la provincia de Alicante desde hacía 15 años y su vida social la tenía en Torrevieja, donde estuvo viviendo más tiempo antes de trasladarse a Ciudad Quesada y al chalé de la carretera de La Marina. Según los datos recabados por los investigadores, el joven era normal hasta que regresó a finales de 2019 de Rusia, donde estuvo dos años realizando el servicio militar. Consumía alcohol y drogas y comenzó a comportarse de forma extraña y violenta, según el testimonio aportado por allegados. Estos amigos han aportado grabaciones de conversaciones de WhatsApp en las que Nikolay sale "hablando a dos voces, como si tuviera una personalidad múltiple". La Guardia Civil ha resaltado que se trata de una persona compulsiva que empleaba un gran nivel de violencia y destaca que actuaba al azar y presentaba un deterioro físico y unas ojeras muy características.

El "asesino de los ojos muertos", autor de la muerte de la funcionaria en Elche y de un hombre en Los Montesinos

El "asesino de los ojos muertos", autor de la muerte de la funcionaria en Elche y de un hombre en Los Montesinos INFORMACIÓN

El primero de los homicidios, en grado de tentativa, que se imputan a Nicolay ocurrió el 16 de julio de 2020 en Torrevieja, cuando una mujer de 58 años fue acuchillada en la cara y el cuello mientras limpiaba el portal de un inmueble. Esta agresión quedó pendiente de resolver y casi un mes más tarde, el 11 de agosto, el agricultor Antonio Joaquín Huertas apareció degollado y con una decena de cuchilladas junto a un tractor en la finca donde trabajaba en Los Montesinos. Este crimen no trascendió públicamente pero la Guardia Civil realizó una minuciosa inspección en el lugar y extrajo ADN de un perfil desconocido que no era el de la víctima. Los agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil reconstruyeron la vida de la víctima y tomaron declaración a 44 personas, pero hallaron explicación alguna para conocer el móvil de este cruel asesinato.

El asesinato de la funcionaria de Justicia Alicia ocurrió la tarde del 6 de noviembre y según ha desvelado el jefe de la investigación murió ahogada, aunque presentaba signos de estrangulamiento y se sospecha que el autor también debía portar consigo un cuchillo. El asesino se cruzó con un vecino que le preguntó la hora y se le quedó mirando, llamándole la atención sus ojeras. Otro vecino vio al agresor cuando estaba en la acequia de riego matando a Alicia, aunque pensó inicialmente que era un muñeco. La Policía Nacional de la Comisaría de Elche también extrajo ADN del asesino en la zona del canal y en la correa del perro de la víctima.

Dos semanas después fue cuando se averiguó la coincidencia del ADN en los asesinatos de Elche y Los Montesinos. Investigadores de la Policía Nacional y de la Guardia Civil unieron esfuerzos y comenzaron a tratar de encajar el puzzle, ya que no había conexión entre las víctimas. Analizando hechos similares revisaron el de la agresión a la mujer apuñalada en Torrevieja, donde la única coincidencia era que no había móvil aparente.

Los investigadores cotejaron 200 muestras de ADN a investigados y localizaron a un posible sospechoso, pero estaba en Ucrania, en pleno conflicto bélico. No obstante, lograron extraer el ADN a su padre con motivo de un viaje a España y finalmente se descartó como sospechoso.

El asesino identificado en una imagen grabada tras la agresión en Torrevieja.

Una de las pistas que encontraron para relacionar el crimen de Los Montesinos con el ataque a la mujer en Torrevieja fueron unas imágenes en las que aparecía un hombre en bicicleta cerca de la escena del crimen. Este sospechoso fue reconocido por la víctima de Torrevieja y a partir de entonces elaboraron un retrato robot que usaron sin éxito junto con las grabaciones de las cámaras de seguridad de comercios próximos al inmueble donde fue apuñalada la mujer.

El siguiente paso dado por los investigadores fue el que condujo al descubrimiento del asesino en serie. Divulgaron fotogramas del agresor grabado en Torrevieja para pedir la colaboración ciudadana y durante varios días estuvieron comprobando llamadas realizadas desde Valencia hasta Murcia. Entre las llamadas había algunas de personas que le conocían perfectamente y así se pudo poner nombre y apellidos al sospechoso de los crímenes. Solo faltaba localizarlo.

Recluido en Rusia

A través de Interpol se confirmó que había viajado a Moscú y que estaba ingresado en un psiquiátrico por el tercer asesinato cometido en menos de seis meses. Las autoridades rusas aceptaron enviar muestras de ADN y tras cotejarlas con las recogidas en La Hoya y en Los Montesinos los investigadores pudieron respirar tranquilamente al haber podido esclarecer los crímenes.

Rueda de prensa sobre el asesino en serie celebrada en la Subdelegación del Gobierno en Alicante DELGADO

Los máximos responsables de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en Alicante, Manuel Lafuente y José Hernández Mosquera, respectivamente, han presentado este viernes junto con la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, el balance de una investigación "silenciosa, discreta y persistente", que ha concluido con éxito tras dos años de pesquisas en los que los especialistas en Homicidios de la Comisaría de Policía de Elche, Comandancia de la Guardia Civil de Alicante y Comisaría General de Policía Judicial (CGPJ) han trabajado de forma coordinada. En la rueda de prensa también han comparecido el capitán Juan Antonio Gómez Belmonte, jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil; el teniente Francisco Javier Balsalobre, jefe Grupo contra las Personas de la UOPJ; el comisario Félix López Rivera, jefe de la Brigada Central de Delitos contra las Personas de la CGPJ; y el inspector Pedro Puigcerver, jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de Elche.