Una avería informática obligó este lunes a aplazar el juicio en la Audiencia de Alicante por una agresión mortal en un pub de Xaló. El tribunal había pasado buena parte de la mañana para elegir a los miembros del jurado popular y, en el momento en que iba a arrancar la vista se encontraron con que los equipos informáticos no grababan. La Ley de Enjuiciamiento Criminal obliga a grabar todos los juicios y de no hacerlo, la vista podría ser declarada nula. A las 13.00 horas, al ver que la incidencia no iba a poder solventarse, la magistrada María Cristina Costa, que preside el tribunal del jurado, optó por aplazar la vista oral.

En el caso de que haya quedado reparado el fallo informático, el juicio arrancaría este martes con la lectura de los escritos de acusación y defensa, unos informes iniciales de las partes al jurado exponiendo sus respectivas posturas y la declaración de los acusados, es decir, todo lo que se debería haber hecho este lunes. En la medida de lo que se pueda, se tratará de ir agilizando, ya que para el martes ya estaba prevista la declaración de una treintena de testigos, los investigadores del caso y otras personas que estaban en el local de ocio cuando se produjo la agresión. La Audiencia tenía previsto que el jurado deliberara el veredicto el viernes, pero esta incidencia técnica podría retrasar el final del juicio, ya que la agenda estaba muy apretada.

Alejandro Pavía, un joven de la localidad valenciana de Villalonga, fallecía a los 24 años de edad en la puerta de un pub de la localidad de Xaló sobre la medianoche del 27 de marzo de 2017 tras una pelea con otros tres jóvenes, uno de ellos menor de edad. En una pelea fue derribado al recibir tres puñetazos y, una vez en el suelo recibió una patada en la cabeza, tras la que la víctima murió. La Fiscalía y la acusación particular que ejerce la familia del fallecido acusan respectivamente de los delitos de homicidio y asesinato; mientras que las defensas, entre las que se encuentra el abogado Francisco González, se aferran a un informe forense que apunta a que la víctima sufrió una muerte súbita y que las lesiones no eran susceptibles de causar la muerte. 

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Por este motivo, los informes médicos van a ser una de las claves que determinen el veredicto del jurado. La jornada del jueves será el día en que los distintos peritos presenten los informes médicos sobre la causa de la muerte. Mientras que las defensas plantean que fue un infarto, las acusaciones sostienen que fueron los brutales golpes que la víctima sufrió en la cabeza los que motivaron la crisis cardiaca.

La Fiscalía reclama doce años de prisión para cada uno de los dos acusados por un delito de homicidio doloso y una indemnización de 75.000 euros para cada uno de los padres del fallecido. La acusación particular que ejercen los padres del joven fallecido reclama veinte años por un delito de asesinato con alevosía. Esta parte considera que la víctima fue atacada por los acusados mientras se encontraba en una situación de absoluto desvalimiento y que aprovecharon para darle más golpes y una fuerte patada en la cabeza, a la que golpearon «como si fuera un balón de fútbol».