Cae una red de explotación sexual de mujeres captadas como cocineras

La Policía Nacional detiene a cinco personas en Sabadell y libera a siete víctimas tras las denuncias presentadas en Alicante por dos jóvenes

Vehículo de la Policía Nacional.

Vehículo de la Policía Nacional. / EUROPA PRESS

La denuncia de dos mujeres ante la Policía Nacional de Alicante ha permitido desarticular en Sabadell una organización criminal especializada en trata de seres humanos con fines de explotación sexual, blanqueo de capitales y tráfico de drogas. En la operación han sido detenidas cinco personas y han sido liberadas siete víctimas de origen extranjero. La red les prometía trabajar como cocineras durante unas 12 horas al día por un sueldo aproximado de 33 euros por día y con alojamiento y comida pagado.

Sin embargo, se trataba de un señuelo para su captación y posterior explotación sexual continuada y sistemática. Las personas que contactaban interesándose por el supuesto trabajo eran acompañadas a su llegada a Barcelona por un integrante de la organización hasta la cocina clandestina. En ese lugar tenían que entregar el pasaporte junto con el teléfono móvil y quedaban encerradas en el sótano con llave, sin poder salir. La organización captaba a sus víctimas en Colombia, ofreciéndoles condiciones muy beneficiosas, que finalmente resultaban ser falsas.

La organización gestionaba el traslado de las jóvenes hasta España, burlando los controles fronterizos y los requisitos de entrada exigidos. Para ello, les gestionaban los billetes de ida y vuelta, les facilitaban reservas de hoteles, así como medios económicos suficientes. De esta manera, las víctimas ingresaban en España como turistas, si bien al llegar eran recogidas en el aeropuerto por los mismos integrantes y trasladadas hasta el prostíbulo.

Cámaras de vigilancia

Las mujeres eran explotadas en un piso de Sabadell, vivienda que disponía de cámaras de seguridad y vigilancia. Así tenían en todo momento bajo control a las mujeres que trabajaban en el mencionado domicilio. Debían estar disponibles las 24 horas, dormir «arregladas» por si aparecía algún cliente a altar horas de la madrugada. "Las víctimas vivían hacinadas en un habitáculo reducido e insalubre, compartiendo cama", asegura la Policía.

Esta organización criminal actuaba a modo de «call center», pues las integrantes de la misma eran las que gestionaban los teléfonos, ofrecían los servicios a los clientes interesados, asignaban los mismos a las chicas y establecían las tarifas y los modos de pago por parte de los clientes.

Las víctimas eran sometidas a un férreo control por parte de los integrantes, hasta el punto de que para todo aquello que deseaban hacer las victimas fuera del domicilio debían pedir permiso; y únicamente por zonas cercanas al lugar en el que eran sistemáticamente explotadas.

El control era tan exhaustivo que sólo podían salir juntas hasta un máximo de tres chicas, lo que se redujo a dos con el paso del tiempo. Asimismo, era práctica habitual ser objeto de vigilancia por parte de los investigados. Si su conducta no se adecuaba a lo estipulado por los explotadores llegaban, incluso, a ser sancionadas económicamente. Especialmente si no cumplían con lo exigido, o mantenían relaciones sexuales fuera del control de esta organización.

Drogas

Igualmente, eran obligadas a consumir sustancias estupefacientes, a mantener relaciones sexuales aún estando enfermas o con el periodo. Alguna de ellas fue víctima de los propios clientes, los cuales las agredía al no satisfacer sus deseos.

La Policía realizó el pasado 6 de marzo registros en dos inmuebles de Sabadell y detuvo a cinco miembros de la red, además de liberar a siete víctimas de trata de seres humanos e identificar hasta 13 potenciales víctimas más.

En el operativo, realizado por agentes de la Jefatura Superior de Barcelona y de la Brigada de Extranjería de Alicante, se intervino abundante material documental relacionado con los delitos investigados (libretas de contabilidad de los servicios de las víctimas, agendas telefónicas), terminales móviles y diverso material informático. También incautaron dinero en metálico, así como diversos tipos de sustancias estupefacientes (cocaína, metanfetamina, marihuana, etcétera) que tenían en los propios locales con el fin de venderlas dentro del local a los clientes que lo solicitasen.

La Policía ha acusado a los detenidos de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, relativos a la prostitución, blanqueo de capitales y tráfico de drogas. Tras pasar a disposición judicial se acordó el ingreso en prisión para dos de ellos y medidas cautelares para los otros tres.