El particular Benidorm Fest del "gastrojeta", que suma tres nuevas comilonas gratis

El lituano Aidas J., de 50 años y conocido en medios policiales como «el gastrojeta» por realizar continuos «simpas» en restaurantes y cafeterías de Alicante, parece que se ha asentado en Benidorm, donde está viviendo su particular Benidorm Fest de hostelería y sigue acumulando comilonas gratis. Tras ser detenido a principios de enero en la ciudad benidormí, desde entonces ha protagonizado otros tres "simpas" y la Policía Nacional le ha detenido en dos ocasiones.

25 detenciones más

Una de las últimas comilonas gratis disfrutadas por Aidas fue la noche del pasado 12 de enero en un restaurante de Benidorm. Comió y bebió hasta hartarse y cuando le pasaron la cuenta, que ascendía a 106 euros, quiso marcharse sin pagar. Desde el establecimiento llamaron a la Policía y los agentes que acudieron al local procedieron a identificarlo y lo detuvieron por delito leve de estafa y por tener una reclamación judicial por delitos de seguridad ciudadana y orden público.

Tirando gambas a clientes

Durmió en los calabozos de la Comisaría de Benidorm y tras pasar a disposición judicial quedó de nuevo en libertad y el pasado 27 de enero fue detenido nuevamente por la Policía Nacional. En esta ocasión, la Policía Nacional le arrestó sobre las seis de la tarde por no pagar una cuenta de 113 euros por comida y bebida. Antes de intentar hacer el "simpa", "el gastrojeta" comenzó a tirar gambas a los clientes del restaurante, por lo que fue increpado y le pidieron que pagara la cuenta y se marchara. Al hacer caso omiso la Policía fue avisada y le detuvo.

Dos días después, el encargado de una cafetería de Benidorm avisó a la Policía sobre las 18:45 horas porque el polémico lituano tenía una cuenta de 20 euros por varias consumiciones. En esta ocasión se tiró al suelo simulando un dolor abdominal y los agentes le identificaron antes de ser evacuado en ambulancia al Hospital de La Vila Joiosa. "El gastrojeta" no llegó a ser detenido por este "simpa" porque el dueño de la cafetería no quiso presentar denuncia.