Piden cárcel para dos empleados del Casino de Alicante por hacer trampas en la ruleta

La Fiscalía de Alicante acusa a un crupier, a una jefa de mesa y al padre de él de estafar cerca de 50.000 euros con apuestas manipuladas

Imagen de archivo de una ruleta en un casino.

Imagen de archivo de una ruleta en un casino. / TONY SEVILLA

El Casino de Alicante fue víctima el pasado año de una estafa de cerca de 50.000 euros cometida presuntamente por dos trabajadores y el padre de uno de ellos. Como en la película Ocean’s Eleven, pero a pequeña escala, los implicados urdieron un plan para estafar al Casino y en menos de un mes obtuvieron 46.325 euros en premios en la ruleta. La bolita no es que cayera en el número elegido por el padre del crupier para apostar, sino que las fichas de apuestas eran manipuladas para colocarlas en el casillero premiado. El establecimiento de juego descubrió el engaño y lo denunció. La Fiscalía ha solicitado recientemente la apertura de juicio oral y ha presentado un escrito de acusación contra los tres investigados, para los que solicita penas de entre dos y tres años de prisión y que indemnicen al Casino de Alicante con el dinero estafado, a lo que habrá que sumar los intereses legales.

Los hechos objeto de acusación ocurrieron entre febrero y marzo del pasado año en el Casino de Alicante. Uno de los acusados trabajaba como crupier y su pareja sentimental como jefa de mesa en la ruleta americana. Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, los dos trabajadores se pusieron de acuerdo con el padre del crupier y con ánimo de «alcanzar una ilícita ganancia patrimonial» urdieron un sistema para hacerse con los premios de la ruleta donde trabajaban.

Los días que la pareja trabajaba en la ruleta americana acudía al Casino el padre del trabajador acusado y se dirigía directamente a la mesa donde estaba su hijo para jugar, algo que está prohibido por un decreto del Consell que aprobó el Reglamento de casinos de juego de la Comunidad Valenciana. Una vez en la mesa, siempre según el escrito de acusación de la Fiscalía, el crupier o la jefa de mesa -hijo y nuera del jugador- actuaban de forma que el padre de él ganara las apuestas que realizaba.

Para ello, el jugador apostaba «a bola caída» y los dos trabajadores lo aceptaban, pese a que su obligación era rechazar las fichas porque la bola ya ha dejado de dar vueltas y ha caído en un número de la ruleta. En estos casos lo normal es rechazar la apuesta y devolver el dinero al cliente, pero no lo hacían y en cambio sí manipulaban presuntamente las fichas para obtener premios. Así, el croupier, con el consentimiento de la jefa de mesa que es la supervisora del juego, disimuladamente colocaba las fichas que había apostado su padre en el número donde había caído la bola o en los vecinos, que también resultan premiados con la misma cantidad, según la acusación pública.

El jugador siempre ganaba

Este engaño se repitió durante cinco días de febrero y otros catorce del mes de marzo del pasado año. En este periodo consiguieron un total de 46.325 euros en premio. El padre siempre resultaba ganador y conseguía más de 400 euros diarios, asegura la acusación.

La Fiscalía considera a los tres acusados autores de un delito continuado de estafa y solicita tres años de prisión para los dos acusados que trabajaban en el Casino al apreciar la agravante de abuso de confianza y una pena de dos años de cárcel para el padre del crupier. Los tres acusados deberán indemnizar al Casino de Alicante con 46.325 euros más los intereses correspondientes desde la fecha en que ocurrieron los hechos.