Jubilación en el acceso a la Audiencia de Alicante

El guardia civil José Luis Mejías deja después de casi una década el servicio de seguridad del edificio judicial

José Luis Mejías, a la derecha, junto al hasta ahora su superior y amigo, Ángel Morata en el servicio de seguridad de la Audiencia.

José Luis Mejías, a la derecha, junto al hasta ahora su superior y amigo, Ángel Morata en el servicio de seguridad de la Audiencia. / G.PALOMO

Mercedes Gallego

Mercedes Gallego

Aguantando la emoción ha recibido este viernes José Luis Mejías Davo la cálida despedida que, con motivo de su jubilación, le han brindado compañeros de la Audiencia Provincial de Alicante, en cuyo servicio de seguridad ha desarrollado su trabajo los últimos nueve años.

Nacido en La Romana hace 65 años, que cumple este lunes, pasa a la situación de retiro con 45 años de servicio a sus espaldas Que no es poco.

Hijo también de guardia civil, la carrera profesional de Mejías ha discurrido por La Alfufera, Callosa del Segura y Novelda, entre otros destinos.

Funcinarios de la Audiencia posan con José Luis en la despedida sorpresa que le había preparado.

Funcinarios de la Audiencia posan con José Luis en la despedida sorpresa que le había preparado. / G.PALOMO

Tras pasar por la Academia de Úbeda y el puerto de Bilbao, regresó de nuevo a Alicante, donde fue destinado primero al Servicio Fiscal del puerto y después al aeropuerto.

De ahí recaló en la Audiencia, en la que deja un nutrido plantel de amigos en todas las escalas, desde tramitadores y gestores hasta magistrados y fiscales pasando por el personal de limpieza. Con su talante afable, su sonrisa casi perenne y una vocación de servicio público fuera de toda duda se entiende que así haya sido.

Este viernes, cuando ya se había despedido de todos los inquilinos del edificio y a punto estaba de abandonarlo como hacía todos los días, pero en esta ocasión por última vez antes de su retiro, un grupo de funcionarios de la planta baja, donde se encuentra el que ha sido el cuartel general de su puesto de trabajo en este tiempo, le tenía reservada una despedida sorpresa que José Luis ha resistido a duras penas sin que se le escapara una lágrima. Pero ha sido por poco.

Buen servicio, muchas gracias y a disfrutar de un más que merecido descanso.