Penas de entre 10 meses y 8 años a un grupo que asaltó comercios y casas y apuñaló a un octogenario en Alicante

Seis acusados se declararon culpables en el juicio de once robos tras rebajar la Fiscalía su petición de condena de 175 años de cárcel a 22

Uno de los acusados al llegar a la Audiencia para el juicio.

Uno de los acusados al llegar a la Audiencia para el juicio. / ALEX DOMÍNGUEZ

La Audiencia Provincial ha condenado a penas de entre 10 meses y 8 años de prisión a seis acusados de cometer once robos en viviendas, comercios y restaurantes de Alicante, Aspe, Hondón de los Frailes, Novelda y Elche. En uno de los asaltos, cometido en una vivienda de El Rebolledo, uno de los ahora condenados asestó dos puñaladas al dueño, un hombre de 84 años. Los seis condenados se declararon culpables en la vista oral celebrada recientemente en la Sección Tercera tras el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y los abogados defensores, entre ellos Ignacio Gally, José Manuel Yepes y Concepción Ferrández. El Ministerio Público solicitaba inicialmente penas que sumaban unos 175 años de prisión y tras el acuerdo modificó la acusación y las rebajó a poco más de 22 años de cárcel para los seis procesados.

Los acusados, tres de los cuales acudieron al juicio custodiados al estar en prisión por otros hechos, han sido condenados, en función del grado de participación de cada uno en los asaltos, por un delito de robo con fuerza, uno de robo con violencia en casa habitada y uso de armas en concurso con uno de asesinato en grado de tentativa y nueve delitos de robo con fuerza en establecimientos públicos.

Atenuante de confesión

Según la sentencia de la Audiencia, que aplica a los implicados las atenuantes de dilaciones indebidas y de confesión, los condenados deberán pagar a las víctimas cerca de 60.000 euros por el dinero sustraído, los daños causados y las lesiones y secuelas sufridas por el varón octogenario.

La oleada de robos fue cometida por este grupo, formado por cuatro varones y dos mujeres, entre septiembre de 2015 y marzo de 2016. El hecho más grave fue el intento de asesinato de un octogenario al que asaltaron cuando dormía en su casa de El Rebolledo. El 9 de septiembre de 2015 entraron a robar en una casa de campo de la pedanía alicantina de El Rebolledo propiedad del octogenario, donde sustrajeron 2000 euros que su dueño tenía guardados en una caja metálica escondida dentro de un baúl con ropa.

Uno de los acusados al llegar a la Audiencia para el juicio.

Uno de los acusados al llegar a la Audiencia para el juicio. / ALEX DOMÍNGUEZ

Un mes más tarde, sobre la una de la madrugada del 16 de octubre, dos de los ahora condenados acudieron de nuevo a la misma casa de campo de El Rebolledo. Sabían que el dueño, de 84 años, vivía solo y mientras estaba durmiendo forzaron los barrotes de la reja de la cocina con un gato hidráulico y entraron en la vivienda.

Una vez dentro comenzaron a registrar la casa buscando dinero y objetos de valor, pero como no encontraron nada se dirigieron a la habitación donde dormía el anciano. Los asaltantes lo sujetaron a la cama, le increparon y mientras esgrimían un cuchillo de grandes dimensiones que cogieron de la cocina le exigieron que les dijera dónde tenía guardado el dinero.

La víctima no les respondió, por lo que uno de los acusados le asestó una puñalada en un brazo y otra en el pecho mientras el anciano se encontraba inmovilizado sobre la cama. La sentencia señala que le apuñaló con la intención de acabar con su vida y tras quitarle 200 euros de la cartera salieron de la vivienda. Antes de irse cogieron un juego de llaves y cerraron por fuera la puerta de la casa, impidiendo que el dueño de la casa pudiera frustrar el robo y salir a pedir auxilio porque sangraba abundantemente.

Uno de los acusados al llegar a la Audiencia para el juicio.

Uno de los acusados al llegar a la Audiencia para el juicio. / ALEX DOMÍNGUEZ

La víctima intentó pedir ayuda por teléfono, pero no logró hacerlo al perder el conocimiento. A las cinco de la madrugada llegó a la vivienda un hijo que solía llevarle comida y lo encontró inconsciente sobre la cama, por lo que requirió ayuda médica para atender a su padre.

El resto de robos fue cometido con posterioridad en un taller, dos bares, un bazar chino y un supermercado de Aspe; en un restaurante de Hondón de los Frailes, dos comercios de Novelda y un establecimiento comercial en Elche. Solo en este último comercio robaron efectos por valor de más de 29.000 euros.