La relación dentista - paciente constituye el fundamento de la práctica clínica, sustentada por una serie de valores compartidos por las dos partes involucradas y que son la confidencialidad, la veracidad, fidelidad y la privacidad, así como la comunicación con el paciente y generar confianza. De la misma forma que el paciente tiene derecho al acceso a una buena atención dental e información adecuada. Clínica Dental Benalúa habla sobre este asunto.

Hoy en día en las consultas dentales es de obligado cumplimiento el consentimiento informado, que consiste en un procedimiento formal, cuyo objeto es aplicar el principio de autonomía del paciente. Es decir, poner en conocimiento del paciente en qué consiste el tratamiento, sus efectos, riesgos y las diferentes alternativas disponibles a fin de que pueda decidir su sometimiento o no al mismo, no eximiendo al odontólogo de las complicaciones no negligentes. El consentimiento es un derecho del paciente mediante el cual se aplica la autonomía de él.

En la actualidad, y debido al cierre de las cadenas dentales, las reclamaciones han aumentado un 30% en los últimos cinco años, llegando a contar el pasado año aproximadamente unas 20.000 reclamaciones en este ámbito.

El mayor número de incidencias se concentra en los tratamientos relacionados con la implantología, y a su vez las cadenas dentales son las que reciben el 75% del total de las quejas (franquicias y aseguradoras). Este tipo de clínicas atienden el triple de pacientes que una clínica tradicional, de ahí también el mayor número de reclamaciones que en una clínica donde la figura del odontólogo como director médico de la consulta está presente.

Cabe destacar que el 75% de las reclamaciones son por motivos clínicos, un 10% por motivos económicos y un 5% por temas administrativos.

¿Que es una negligencia dental?

Una negligencia se produce cuando un profesional realiza una acción no apta. Se pueden contemplar ejemplos de ello en tratamientos y técnicas inadecuadas, en la falta de cualificación profesional, cuando no se tiene en cuenta el historial clínico o el hecho de no reconocer o diagnosticar enfermedades bucodentales.

Sin embargo, hoy en día la mayor parte de las denuncias están dirigidas a cierres de consultas dentales en las que los pacientes están sufriendo mala praxis. Uno de estos casos lo encontramos en las malas prácticas en cuanto a la desinfección del instrumental, por lo que varios pacientes han tenido que hacerse las pruebas para saber si eran portadores del VIH y hepatitis C, dando positivo algunos de ellos. Algunas de estas clínicas están actualmente funcionando y los pacientes acuden a ellas en las que no está al frente un odontólogo, que no deja de ser el responsable y director.

Un paciente derivado de estas clínicas bien sea por cierre de consultas o mala praxis, es un paciente que acude con desconfianza al profesional, y que en la mayoría de los casos la solución es complicada. Hay que retirar el trabajo realizado y volver a comenzar el tratamiento y ver diferentes alternativas para valorar la mejor opción para el paciente.

En muchos casos ni tan siquiera es denunciable la mala praxis, ya que no se dispone ni de su historia clínica ni del profesional que ejecutó el trabajo, aunque este trabaje en una franquicia.

En primer lugar habrá que intentar solucionar el problema en la consulta y comprobar si existe disconformidad de su tratamiento, hablar e intentar llegar a un acuerdo. En caso de no llegar a una solución, el paciente deberá empezar un procedimiento judicial acompañado de un abogado y de un peritaje odontológico que deberá ejecutar un profesional especializado en ello.

Más información

Dirección: C/ Alona, 18 (Alicante).

C/ Canónigo Manuel Cayuelas Ballesta, 5 (Callosa de Segura)

Teléfono: Alicante: 965 923 159

Callosa de Segura: 966 756 900