El nuevo Telescopio Espacial James Webb podría ser capaz de identificar otras civilizaciones con avance tecnológico, a través de la detección de las "huellas" de su contaminación atmosférica, como por ejemplo la presencia de clorofluorocarbonos (CFC). Las tecnofirmas podrían finalmente resolver el misterio: ¿estamos solos en el Universo o existen otros mundos con civilizaciones tecnológicas?

Según un nuevo estudio publicado recientemente en ArXiv y aprobado para su próxima aparición en la revista Planetary Science Journal, el Telescopio Espacial James Webb (JWST), lanzado en diciembre pasado, tendría la capacidad de detectar civilizaciones extraterrestres con un desarrollo tecnológico similar al nuestro. La clave estaría en la identificación de los signos de contaminación del aire, principalmente la presencia de clorofluorocarbonos (CFC).

Construido y operado conjuntamente por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense, se espera que el Telescopio Espacial James Webb alcance el 100% de su potencial operativo en los próximos meses. Pensado para sustituir a los telescopios Hubble y Spitzer, permitirá profundizar en el origen del cosmos y estudiar regiones del Universo hasta hoy inaccesibles. En consecuencia, muchos especialistas creen que podría ser la llave para confirmar la presencia de vida en otros planetas. 

Vida microbiana y vida inteligente

Sin embargo, las biofirmas o huellas químicas, que marcan la presencia de ciertos elementos y condiciones para el desarrollo de alguna forma de vida, no suponen la existencia de una civilización alienígena con algún tipo de desarrollo tecnológico. En otras palabras, biofirmas como por ejemplo la fosfina detectada en la atmósfera de Venus podrían indicar el desarrollo de una variedad de vida microbiana, pero no así la existencia de vida inteligente. 

De esta manera, el enfoque centrado en las tecnofirmas parece ser el más atractivo para la búsqueda de civilización inteligentes en otros mundos. Básicamente, se trata de hallar rastros del uso de alguna clase de tecnología: en este caso, la investigación liderada por el Dr. Jacob Haqq-Misra persigue la identificación de rastros de contaminación atmosférica. Se sabe que cuando una civilización llega a un determinado avance tecnológico, incrementa de la misma forma la contaminación de su entorno, por lo menos hasta lograr el equilibrio entre producción y sostenibilidad ambiental, algo que la humanidad aún persigue como un ideal lejano. 

Los investigadores inician su trabajo indicando que la presencia de clorofluorocarbonos (CFC) en la atmósfera terrestre es un resultado directo de la tecnología. Como bien señala un artículo publicado en Universe Today, los clorofluorocarbonos se producen industrialmente en nuestro planeta como refrigerantes y agentes de limpieza, aunque su uso fue prohibido en la mayoría de los países debido a su fuerte impacto negativo sobre la capa de ozono. 

En la búsqueda de otros mundos tecnológicos

Para los especialistas, los clorofluorocarbonos son gases de efecto invernadero que podrían servir como una firma espectral detectable remotamente, que indicaría la posible presencia de una civilización tecnológica en otro planeta. Utilizando un modelo específico, los investigadores creen que sería factible detectar clorofluorocarbonos como firma tecnológica en exoplanetas. En ese sentido, consideran el caso de TRAPPIST-1e, un planeta similar a la Tierra y potencialmente habitable que orbita a una estrella enana roja y se ubica a 40 años luz de distancia de la Tierra. En este mundo alienígena podría evaluarse si los niveles de clorofluorocarbonos estarían sugiriendo algún tipo de desarrollo tecnológico. 

Para concluir, los especialistas creen que con el lanzamiento del telescopio James Webb la humanidad podría estar acercándose a la cúspide de su capacidad para detectar firmas tecnológicas atmosféricas en otros planetas. ¿Será entonces el momento de confirmar la existencia de otras civilizaciones tecnológicas en algún lejano punto del Universo?

Referencia

Detectability of Chlorofluorocarbons in the Atmospheres of Habitable M-dwarf Planets. Jacob Haqq-Misra, Ravi Kopparapu, Thomas J. Fauchez, Adam Frank, Jason T. Wright and Manasvi Lingam. ArXiv (2022). DOI:https://doi.org/10.48550/arXiv.2202.05858