La Asociación de Padres de Alumnos del Colegio Público del Raiguero de Bonanza, de Orihuela, decidieron el viernes en una asamblea no llevar a sus hijos a clase hasta que algún responsable del Ayuntamiento o de la Conselleria de Educación les escuche en sus reivindicaciones y solicitudes de información. Ayer los escolares no acudieron a clase en lo que es la cuarta jornada lectiva en la que dejan las aulas vacías.

Los 70 escolares esperaban estrenar nuevas instalaciones para este curso. El edificio y la urbanización de su entorno no estarán culminados hasta pasadas las vacaciones navideñas, según admitió el concejal de Educación, Antonio Ortiz. La comunidad escolar protestó ante las puertas del centro el miércoles pasado, en el inicio de curso, y el vallado del colegio viejo, donde debían dar clase los estudiantes, amaneció con un candado. Los padres han asumido que el nuevo edificio no estará hasta después de vacaciones de enero, pero continúan con su reivindicación, avanzada por este diario, de que los alumnos de primero y segundo de ESO cursen sus estudios en el Raiguero. Varios colegios de Primaria de Orihuela adscritos a los institutos Las Espeñetas y Thader mantienen en sus aulas a los cursos de primero y segundo de ESO, porque estos institutos no están adaptados para acogerlos. Eso permite a los estudiantes afectados mantener plaza de comedor y evitar el desplazamiento a Orihuela. "Es una ventaja que tienen los alumnos de otros colegios y otras pedanías, y el nuevo centro tiene espacio para acoger a 9 alumnos de primero de Secundaria que están destinados a La Aparecida", recuerdan los padres. Fuentes educativas consideraron "inviable" la propuesta porque el colegio no puede convertir en un "mini-instituto".