La Vega Baja vivió del cáñamo hasta mediados de los años sesenta, especialmente en algunos municipios como Callosa de Segura, y con los restos de aquella industria que son piezas de la historia de una comarca se pueden construir ahora rutas turísticas que ponen en valor el patrimonio, como la celebrada este fin de semana.

El recorrido por la "arqueología industrial del cáñamo" congregó a una treintena de alumnos de la Escuela de los Trabajos Artesanales del Cáñamo, que visitaron los últimos reductos arquitectónicos de aquella época. Entre ellos, "las balsas de cocer el cáñamo en plena huerta, los obradores de espadado y rastrillado en el casco urbano antiguo y la última fábrica de hilado en los miradores de la sierra de Callosa". Lo explicó el ponente que guió esta ruta, a la sazón fundador tanto del museo como de la escuela del cáñamo, Roque Francisco Albert, quien además defendió la necesidad de proteger estos edificios, la "arqueología industrial del cáñamo", para asegurar su pervivencia en el tiempo, como ya se protegen por ejemplo "los antiguos telares de Alcoy". Hasta ahora, como en el caso de la fábrica de hilado, son propiedades privadas que se abrieron expresamente para la visita, pero que no gozan de protección institucional. De este modo, se ven amenazadas por el deterioro a pesar de que sus dueños, según Albert, sí tienen en deseo de que se puedan conservar como vestigios de una industria dio vida a la comarca durante décadas.

Inspector de patrimonio

En la ruta no sólo participaron alumnos, también asistieron para tomar buena nota el técnico inspector de Patrimonio de la Generalitat, Fernando García (fundador del Museo de Puzol), el director de la Cátedra Loazes, Gregorio Canales, la edil de Turismo, Leticia García, y el catedrático de Biología Luis Pablo Martínez. La actividad contó con el patrocinio del Ayuntamiento de Callosa y se integra en el ciclo de conferencias "La memoria del pueblo", de la Cátedra Arzobispo Loazes (sede en Orihuela de la Universidad de Alicante), que tiene como objetivo poner en valor los elementos de la comarca para potenciar y activar el turismo.