El Ayuntamiento de Torrevieja "da por perdida" hasta el año 2042 una parcela de 6.000 m2 ubicada junto a Cala Ferrís y a tan solo 150 metros de la orilla, en la Urbanización Mar Azul. Su uso durante 50 años fue cedido en 1992 para que fundar la Escuela Noruega de Torrevieja, pero aquel proyecto duró sólo unos pocos meses y a pesar de ello el Ayuntamiento no puede hacer uso del terreno en la actualidad. Así lo denunció ayer el grupo municipal de Los Verdes (LV), que mediante preguntas formuladas en pleno al alcalde, Pedro Hernández Mateo (PP), ha concluido que el equipo de gobierno no tienen ningún interés en reclamar el uso de la parcela, pese a que el convenio en base al cual se firmó la cesión se ha incumplido (baste recalcar que la escuela no está ya en funcionamiento y que la empresa que la fundó adeuda el IBI).

Precisamente el alcalde responde (como se reproduce junto a estas líneas) que no es el momento de emprender acciones judiciales para rescatar la parcela, puesto que sobre ella pesan una hipoteca y dos embargos. El portavoz de LV, José Manuel Dolón, manifestó ayer que "el problema de fondo es que quien tiene que denunciar es parte implicada, y por eso no va a denunciar", porque según subrayó, la parcela podría superar los 9 millones de euros de valor y sin embargo "(el alcalde) no exigió ninguna garantía a estos presuntos pillos y hoy los torrevejenses pagamos por ello hasta 1942 con un suelo que no podremos usa ni para pagar las deudas millonarias del Ayuntamiento"

El edil de LV Pepe Hurtado, por su parte, repaso el recorrido de esta escuela recordando que "fue uno de los emblemas electorales del PP, que iba a facilitar a una empresa privada la parcela para facilitar la oferta educativa y contribuir al descenso de la masificación en las aulas. Pero no era más que propaganda, porque la empresa está sometida a amenazas de embargo, deudas con proveedores, no pagó a sus trabajadores y ni siquiera estaba homologada por las autoridades educativas noruegas ni españolas". Es más (siempre según datos de LV), en 1992 se cedió el suelo, en octubre de 1993 comenzó el curso y en marzo de 1994 se concedió la licencia de obra (para un edificio ya construido y en uso). En mayo los proveedores y los profesores denunciaban que no cobraban y antes de acabar el curso la escuela cerró, dejando a 200 alumnos sin aulas e incendiándose pocos meses después. Hasta los escombros y el mantenimiento corrieron a cargo del Ayuntamiento, ampliaron.