Concurre a los próximos comicios municipales como alcaldable por Izquierda Unida. A lo largo de su vida laboral ha estado empleado en puestos de auxiliar administrativo, en actividades comerciales y como trabajador de la construcción. Manuel Amorós es uno de los 2.200 callosinos que se encuentra en situación laboral de desempleo y considera que en su municipio, Callosa de Segura, no se está haciendo todo lo que se debería para soslayar la elevada tasa de parados que existe entre los habitantes del municipio. "La bolsa de trabajo municipal no funciona. El Ayuntamiento siempre llama a trabajar a los mismos", manifiesta.

Amorós ha militado desde 1981 en formaciones políticas de izquierda y desde entonces ha estado ligado a la política ocupando distintos cargos. Sus compañeros de IU lo han animado para que encabece la lista del partido en las próximas elecciones y agradecido ha aceptado la propuesta. Se encuentra desempleado desde hace casi tres años y el último trabajo que ha tenido ha sido un contrato de tres meses mediante el que formó parte de la brigada de obras del Consistorio de su municipio. Aunque agradece haber estado durante ese trimestre trabajando, critica en mayúsculas la gestión del equipo de gobierno de su localidad y asegura que aunque no es exclusivamente una competencia municipal, se podrían llevar a cabo más iniciativas para fomentar el empleo en su localidad. "IU va a trabajar incansablemente para acabar con el clientelismo que practica el PP. Aquí hay una política clientelar, siempre se llama a trabajar a los mismos. La gente pide que los trabajos sean rotatorios", sostiene el político.

Radiografía

Manuel Amorós manifiesta que su grupo ha presentado en Callosa en varias ocasiones la iniciativa de crear un consejo económico social para hacer una radiografía del desempleo en Callosa que integre a la administración pública, a los sindicatos y a los empresarios, pero el equipo de gobierno "nunca la ha tenido en cuenta".

"Según ha prometido el alcalde, hay tres grandes obras que se van a hacer en breve, que son la nueva casa de cultura, la remodelación de la plaza de abastos y la entrada a Callosa por la Avenida Constitución, pero son las empresas las que proporcionan los trabajadores. El Ayuntamiento no hace nada para condicionar quién va a trabajar en esos proyectos y para que se comprometan a sacar a gente del paro", sostiene Amorós.

El político apunta a que uno de los grandes problemas que existe ahora en el municipio es el que su grupo define como "democracia de baja intensidad", ya que "los temas importantes se debaten a puerta cerrada en la Junta de Gobierno y se hurtan del debate público en el pleno, que es donde está la soberanía de los vecinos". Amorós opina que "es una reunión de amiguetes que aprueban lo que consideran conveniente y sólo llevan a pleno lo que es obligatorio por ley. Los plenos se han convertido en sesiones descafeinadas que sirven de teatro para el enfrentamiento de, entre comillas, los dos grandes partidos, y puede resultar entretenido, pero no resuelve los problemas del municipio".

Amorós concluye que "en esta época de crisis lo mínimo que puede hacer el consistorio es volcar todos sus recursos para proteger a la gente que se ha quedado sin empleo. Prestar ayudas a los sectores más desfavorecidos, como jóvenes, jubilados, dependientes o trabajadores mayores de 45 años. Si hay que recortar de algún sitio, que se recorte, pero se debe de ayudar a estas personas a buscar empleo, fomentar cursos de reciclaje o luchar para que a nadie le corten la luz o el agua por no tener dinero al estar en paro".

El político asegura que siempre ha entendido "el drama del paro, pero cuando uno está viviéndolo en sus propias carnes, comprende mejor lo que significa este drama".