Los vecinos de la pedanía oriolana del Raiguero de Bonanza vieron ayer un sueño cumplido. La nueva ermita de la Cruz acogió una misa tres años y medio después de que comenzasen los trabajos de construcción del edificio. En el mismo suelo sobre el que se levanta la ermita nueva existía otra que databa del siglo XIX y tenía menores dimensiones. El edificio religioso estaba construido con materiales pobres, como barro y cañas, y la estructura ya no aguantaba más.

Según María Dolores Grao, vecina del Raiguero de Bonanza, los habitantes de la partida intentaron "arreglar" el edificio en 1983, pero la fragilidad de la estructura no lo permitió. Así, los fieles decidieron tirar abajo la antigua ermita hace tres años y medio. Desde entonces y hasta ahora, cada vecino ha contribuido en la medida de sus posibilidades a que la nueva ermita de la Cruz fuese una realidad. Mediante rifas o echando una mano en lo que cada uno supiese, el edificio ha ido tomando forma. Grao no supo determinar el dinero que ha costado construir la ermita porque los vecinos "aún están sacando cuentas". La vidrieras, por ejemplo, costaron 5.000 euros.

El resultado es un edificio de pequeñas dimensiones que consta de una sola nave, donde permanecen las imágenes de la Virgen de la Soledad y de San Cristóbal. La ermita está rematada por una cúpula hexagonal cubierta de teja. Para llamar a la oración, la nueva ermita dispone de una pequeña campana: "La hemos hecho bien para que dure otros 200 o 300 años", comentó Grao. Para estrenar la nueva ermita, los fieles asistieron a misa, cantada por los Auroros de la Cruz. Esta coral toma el nombre de la propia ermita y canta composiciones propias, que sólo se conocen en el Raiguero de Bonanza. Después de la Eucaristía, los parroquianos disfrutaron de una chocolatada. Al acto asistió la alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente, y otros miembros del equipo de Gobierno.

Historia

La familia de Grao ha estado vinculada a la ermita de la Cruz desde hace más de un siglo. "Mi abuela rezaba el Vía Crucis" -dijo María Dolores Grao-, una procesión que se sigue celebrando todos los Viernes de Dolores y que tiene su última estación en La Cruz. Además, sus padrinos fueron quienes compraron la imagen de la Virgen de la Soledad durante la Guerra Civil. Esta escultura está acompañada de otra que representa a San Cristóbal y que fue adquirida por la comisión que organizaba la romería, la cual se dejó de celebrar hasta el año pasado, cuando se retomó la tradición. Esta ermita también es el punto de partida de la procesión de La Cruz, que tiene lugar el primer domingo del mes de mayo.