El Cementerio de Orihuela se abarrotará hoy y lo hizo ayer, como todos los años y como en todos los puntos de España. Sin embargo, pese a lo previsible de la gran afluencia de visitantes, de nuevo los oriolanos que tengan que acercarse a pie hasta el camposanto se volverán a encontrar con la misma dificultad: La Carretera que une la zona del casco histórico desde el Centro Comercial Ociopía hasta el Cementerio es una calzada sin arcén y sin aceras, prohibida para los peatones pero aún así muy frecuentada por vecinos caminando y por ciclistas.

Decenas de personas salvan la distancia todos los días por la carretera para llegar desde el centro de la ciudad hasta las casas de la falta de la Sierra de Orihuela. Además de caminar junto a coches y camiones durante aproximadamente un kilómetro, generando adelantamientos bruscos y a veces muy ajustados, después deben cruzar la N-340 aprovechando que los coches reducen la velocidad al llegar a la rotonda del Cementerio, aunque muchos invaden la calzada por zonas no habilitadas.

La cuestión es de sobra conocida por el Ayuntamiento. De hecho, la retahíla de promesas sobre la construcción de aceras junto a la carretera es larga y se remonta más de dos años atrás. En abril de 2010 el PSOE, entonces en la oposición, reclamó que el Ayuntamiento habilitara una zona peatonal junto a la carretera a la mayor brevedad y ante el peligro que se daba cada día, dado que las aceras debieron de haber sido obligación obligaciones del urbanizador del plan urbanístico del Molino de la Ciudad, una nuevo barrio aún no construido. Posteriormente el pleno se comprometió, con el voto afirmativo de todos los partidos (LV, CLr, PSOE y PP), a construir en un plazo de tres meses las aceras, pero no fue hasta noviembre cuando el edil de Infraestructuras popular, Manolo Abadía, renovó la promesa para los siguientes cuatro meses, argumentando que el retraso se debía a que se había rebajado el coste de la obra de los 300.000 a los 142.000 euros. Aunque desde entonces nada más se supo, el actual edil de Infraestructuras, Pablo Vidal (Centro Liberal Renovador), reconoció que esta obra está adjudicada desde antes de que el PP dejara el gobierno en junio, y que el asunto debe de andar en Contratación. Este diario no logró ayer contactar con la concejala del ramo.

Desbroce

Una brigada municipal desbrozó hace algunas semanas los laterales de la carretera y el área de Fomento se ha encargado ahora de limpiar al Cementerio, el único en la ciudad (de carácter privado y católico, de la Diócesis). El servicio de autobús urbano desde las pedanías se reforzará durante la jornada y la Policía Local ha establecido un dispositivo especial para regular las salidas y entradas de vehículos en este camposanto y en los de La Aparecida, Desamparados, La Murada, San Bartolomé-Molins y Hurchillo-Torremendo.