"A principios del siglo XX sin sobrero no salías a la calle y cuanto más incómodo era y más adornos llevaba, más rica eras y más estatus tenías". Era el modo de mantener a las mujeres quietas, lo que distinguía era no tener necesidad de moverse, ni ganas de ello. Para confirmarlo, otra prenda: El corsé, ese "instrumento de tortura" que además de estilizar la figura y elevar el busto "se consideraba símbolo de posición social desde el siglo XVIII porque impedía hacer esfuerzos". Interpretaciones como estas sobre el diseño de las prendas y la moda de cada época contextualizadas en el papel de las mujeres en cada momento histórico se pueden encontrar en La Lonja hasta el próximo sábado.

"Hilvanando la igualdad" es una muestra coordinada por la asociación cultural "Orihuela 2m10" que ha implicado a seis diseñadoras y modistas oriolanas. Victoria Rodríguez ha abordado el mundo del sombrero. Su discurso comienza en 1900 y avanza a medida que se va a cortando el tocado: "En los años 20 la mujer se libera, sale, trabaja, es más activa... Lleva el "cloche", un sombrero muy pegado a la cabeza que caía sobre los ojos y la hacía mantener una postura erguida y la mirada alta". En los años 40 se reutilizan materiales y llegan los colores más sobrios, mientras que en los 60 comienza contrasta el "pillbox" típico de Doris Day o Jackie Kennedy con la simple flor en el pelo de las hippies.

Estela Navarro, por su parte, muestra cómo el vestido de novia en la posguerra debía ser negro porque la mujer no podía mostrar su felicidad, Nieves Lozano recorre el mundo de la minifalda desde que Mary Quant la inventara en los 60, Ascensión Pérez Córdoba repasa el bordado y Carmen Barber Sabater el estilo "pin-up". Marí Carmen Martínez Grau traza la historia del corsé, de como tras décadas de desmayos por la opresión que ejercía sobre el diafragma, en la II Guerra Mundial se vivió un movimiento de rechazo en pos de la igualdad.

La exposición se combina con la muestra de diseños propios de alumnos de Moda de la Escuela de Arte y un espacio dedicado al exalumno José Manuel Martínez Ros.