La Iglesia ha hecho un llamamiento durante los últimos días para encontrar 300 voluntarios que quieran dar una hora de su vida al mes para poder mantener abierta de forma permanente la Capilla de la Adoración Perpetua que inaugura el obispo de la Diócesis, Rafael Palmero, el próximo 19 de marzo, día del Padre.

Las dependencias se están ultimando en pleno centro urbano, en el número 1 de la calle Valencia, como lugar de recogimiento y fe, con capacidad para no más de 10 o 15 personas que quieran acercarse a practicar la oración. Los voluntarios garantizan con su trabajo que siempre haya alguien dispuesto a abrir la puerta, sea la hora que sea, pero esta labor es preciso acometerla con muchas personas para que el esfuerzo sea lo más liviano y compartido posible. El padre Satorre, entre otros párrocos de Orihuela, realizó el pasado fin de semana un llamamiento a todos los cristianos para que se sumen a este proyecto de fe. Orihuela y la comarca de la Vega Baja es la única vicaría de las cinco de la provincia de Alicante que aún no cuenta con una Capilla de la Adoración Perpetua. Según explicó ayer el páter de Santa Justa, en estos momentos el número de voluntarios no permite llegar más lejos de permitir abrir 12 horas al día; es decir, la mitad del proyecto.

¿Dar una hora al mes es mucho tiempo? Satorre cree que no y por ello que el objetivo de la Diócesis se puede cumplir desde el primer día y más en una ciudad como Orihuela, con un compromiso religioso tan elevado.