Solo 23 de cada cien vecinos de Rojales es español. Esta localidad de la Vega Baja tiene censados, a fecha de 1 de enero del presente año a 21.985 habitantes, una cifra que asciende a 402 respecto al pasado ejercicio. Averiguar quién habla inglés o noruego tampoco es fácil en un municipio donde están representados más de 70 países.

Los españoles son solo 5.168 sobre el total. Unas cifras, la de autóctonos, que cuadran con el estereotipo de pueblo pequeño. De hecho, hace 30 años, en Rojales estaban censados unos 5.000 habitantes. Pero la expansión de la población debida, principalmente, a la construcción de la macrourbanización de Ciudad Quesada, supuso un giro en la demografía local. Ahora son más de 21.000 habitantes y de los que llama especialmente la atención los más de 16.900 extranjeros censados, más del 76,8% del total y uno de los porcentajes más altos del país junto al vecino municipio de San Fulgencio. La mayoría no se maneja bien en castellano.

Cuando la tendencia es a la baja en el resto de municipios españoles por culpa de la crisis, en Rojales todavía sigue creciendo. No con las cifras de años anteriores (unos 1.000 nuevos censos por año) pero sí se mantiene en la lista de los municipios con mayor atracción para sentar los pilares de una nueva a vida.

Nueve mil británicos

Países como Albania, Bangladesh, Congo, Gabón, Georgia, Kazajstan, Mongolia, Surinam, Tailandia o Singapur tienen a paisanos residiendo en esta tierra. Los que más aportan son sin duda los ingleses, con más de 9.000 británicos afincados en las macro urbanizaciones de Ciudad Quesada. Casi la totalidad de los negocios son de empresarios de este país: bares, restaurantes, hostales, peluquerías, tiendas e incluso los bancos tienen personal con altos conocimientos de diversos idiomas para mantener una conversación. Los alemanes son unos 1.600, mientras que los Países Bajos aportan unos 1.100. Los holandeses tienen incluso uno de los tres colegios exclusivos para sus hijos que hay en todo el territorio español.

El Ayuntamiento no ha cesado en programar cursos de idiomas tanto para españoles como para extranjeros con el objetivo de mejorar la integración y la convivencia en un municipio donde las banderas y los idiomas se entremezclan bajo un mismo clima. El sol y la playa les atrae y la atención sanitaria también se convirtió, hace años, en un motivo más que justificado para disfrutar de Rojales.