El concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco, fallecido hace 15 años por ETA, sigue vivo en la memoria de la sociedad alicantina, y en especial en la de Guardamar del Segura. Ante más de 600 vecinos y turistas, los guardamarencos no quisieron dejar pasar por alto este triste episodio, ya que ellos también tienen vínculos estrechos con su figura al tener su familia su segunda residencia en esta localidad de la costa alicantina. Este pasado jueves se cumplieron 15 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco y este viernes, Guardamar y otras 39 ciudades en toda España, organizaron su particular homenaje a su memoria y a la de todas las víctimas del terrorismo. La corporación municipal, encabezada por su alcaldesa Carmen Verdú (PP) respaldaron de forma unánime todas las acciones llevadas a cabo. Se leyó un manifiesto por parte de la alcaldesa; la familia del homenajeado, encabezada por su madre Consuelo Garrido y su padre Miguel Blanco también tuvieron palabras de agradecimiento; y por último, el Consell, que estuvo representado por el Delegado ilicitano Juan de Dios Navarro.

La manifestación recorrió más de 600 metros desde el Ayuntamiento hasta el monolito en recuerdo de Miguel Ángel Blanco, ubicado entre el pasaje Levante y la calle Mediterráneo.

El joven compositor, Miguel Verdú, amenizó la jornada con interpretando un tema acústico. Esta fue su contribución a un acto cargado de emotividad y sentimiento de rabia. La alcaldesa dijo que muchos guardamarencos vivimos con especial amargura aquellos terribles días de julio de 1997. Como en tantas ocasiones, los padres de Miguel Ángel están en Guardamar y nos acompañan en este acto". Añadió "todos los presentes estamos rememorando en estos momentos aquellos días que removieron nuestras conciencias e hicieron salir de sus casas a más de seis millones de ciudadanos".