La retreta es el acto más gamberro de las fiestas de Moros y Cristianos en Orihuela, pero no por eso las comparsas dejan de tomárselo en serio. Por eso este año se había planteado en una reunión de la Junta Central que se colocaran tres vigilantes a lo largo del recorrido para evitar que se colaran personas que no pertenecen a ninguna comparsa, o que no se llevaran carros de supermercados cargados con bebidas alcohólicas como se había puesto de moda en los últimos años. Sin embargo, no fue suficiente y más de 500 personas se metieron en el recorrido aprovechando que se habían filtrado los disfraces de los Moros Abdelazíes (grupos musicales) y de los Caballeros del Tadmir (superhéroes). Y eso que algunas comparsas habían distribuido entre sus socios incluso pulseras para que los extraños fueran fácilmente distinguibles.

Aún así, al parecer se difundieron convocatorias en las redes sociales y la aglomeración de gente fue imposible de controlar, hasta el punto de que las comparsas no pudieron ofrecer el espectáculo de coreografías que tenían preparado. Al final la disputa acabó en pelea a las puertas del Casino y algunos comparsistas de los Abdelazíes tuvieron que refugiarse de los golpes en un edificio particular.

El presidente de la Junta Central, Antonio Franco, considera que para resolver el asunto hace falta colaboración de la Policía Local y guardar en secreto los disfraces. También se está planteando para 2013 proteger el recorrido con vallas.