El expediente sancionador y la orden de clausura como medida cautelar contra Proambiente por tener instalaciones en término municipal de Orihuela sin licencia ha surtido de momento poco efecto.

El concejal de Urbanismo, Antonio Zapata, confirmó que se había notificado el miércoles por la tarde y el alcalde y responsable de Seguridad, Monserrate Guillén, envió ayer a una patrulla de la Policía Local para asegurarse de que el aviso había llegado.

Por la tarde los agentes volvieron para que los gerentes de la planta hicieran efectivo el decreto de forma "voluntaria", precintar las siete instalaciones que carecen de licencia y que en caso de cerrarse bloquearían el paso oriolano a la planta.

Los responsables de Proambiente se negaron a que los agentes accedieran al recinto privado sin una orden judicial que los amparase. Fuentes de la empresa aseguraron que están estudiando el decreto y que alegarán. El Campamento de la Salud contabilizó el paso de más de cien camiones durante toda la jornada.