Antonio Pérez, alcalde de Rojales, prepara una nueva ofensiva para convencer al Consell que el nuevo colegio debe ser una realidad cuanto antes. Fechas atrás fue la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) la que mandó un mensaje de desesperación al gobierno valenciano, y ahora el consistorio se desplaza a Valencia para poner sobre la mesa argumentos de peso para que las obras se adjudiquen de inmediato. Conscientes de las dificultades de la tesorería del Consell, el alcalde afirma que la situación del colegio Príncipe de España es insostenible, "se han duplicado las unidades, las aulas prefabricadas se han quedado para siempre y soportamos una población de diversas nacionalidades que requieren una atención".

Además, el primer edil sostiene, como baza principal, "los 40 años de existencia del centro. Hemos arreglado grietas en varios pilares, hemos solucionado problemas de pintura y reparado los aseos", asegura. El Ayuntamiento de Rojales es consciente de que el presupuesto inicial del Consell de 130 millones de euros para reparar y construir nuevos colegios "podría reducirse pero el nuestro debe ir antes que otros y se lo vamos a demostrar con documentación".

El próximo 11 de septiembre, el consistorio se desplaza a Valencia para hablar con los responsables de Educación "allí llevaremos informes técnicos tanto de los servicios municipales como del propio centro y todo para demostrar que debe iniciarse las obras cuanto antes". Rojales lleva años luchando por estas obras pero los años pasan y las obras no arrancan. El alcalde añade que "no queremos que se inicie el curso escolar en una situación superlamentable. No queremos presionar, solo justificar".

Cabe recordar que el 10 de abril, el vicepresidente del Consell José Císcar dijo en su visita a Guardamar del Segura "estar trabajando para hacer realidad todas esas infraestructuras". Un mensaje de optimismo para Rojales y Guardamar que llevan años solicitando nuevas aulas para sus hijos, y sobre todo porque ambas obras están incluidas en los presupuestos del 2012 de la Generalitat, según indicó Císcar. Estas mismas palabras fueron las que les llegaron a la expedición rojalera que se desplazó a finales del año pasado a Valencia.

Desde entonces, la espera se ha hecho eterna para unos vecinos que quieren soluciones inminentes para paliar las graves deficiencias de un Colegio Público Príncipe de España cuyos pilares llevan soportando más de 40 años de vida. El desgaste es total y las grietas y las deficiencias impiden que profesorado y alumnos puedan tener una educación de calidad.