El investigador principal del proyecto que desarrolla la Universidad de Alicante sobre "Mecanismos y factores ambientales que controlan el transporte de gases a través de suelos y rocas", David Benavente, considera que los recortes en investigación están afectando de forma muy negativa tanto a los proyectos que están en marcha como a la imagen global de la investigación científica española. Destaca que las reducciones presupuestarias se traducen en un descenso de la contratación de profesionales investigadores, lo que deriva en un problema de incertidumbre al no poderse planificar de forma óptima. "¿Cómo puedes plantearle a una gran empresa desarrollar investigaciones de forma conjunta sabiendo que te pueden reducir el personal investigador?", señala Benavente.

El también profesor de geoquímica traslada que lo que peor lleva de ser docente universitario es "tener la sensación de que está formando a emigrantes". "Es muy triste y no creo que ese sea el objetivo de un país", añade.

En términos similares se expresa Manuel Pérez, quien dirige la investigación sobre "Comunicación eficiente de vídeo en redes vehiculares" en la UMH.

"En comparación con otros países europeos, los investigadores españoles están infravalorados económicamente. Cuando terminan sus doctorados, muchos se van a otro país y las empresas aprovechan los recursos que se han invertido para desarrollar su potencial como investigadores".

Los docentes universitarios que dirigen estas investigaciones científicas no cobran ningún complemento salarial por su trabajo. La financiación que reciben los distintos proyectos se destina a la adquisición de equipos y a gastos de desplazamientos para asistir a congresos, seminarios de formación o salidas para realizar trabajos de campo. "El dinero por neuronas es cero. El beneficio es el conocimiento que posibilita el desarrollo de un país", concluye Benavente.