La feria del ganado se convirtió ayer de nuevo en una de las principales atracciones de las fiestas de Dolores ya que el municipio había dejado de celebrar este acto debido a la crisis económica. Aunque con menos piezas que en años anteriores, la feria atrajo a numerosos vecinos y visitantes que pasearon por el recinto ferial para ver a las vacas y bueyes de los ganaderos de la localidad y de otros puntos de la comarca de la Vega Baja. Sin embargo, no fue hasta la tarde, en el momento que tuvo lugar el arrastre vacuno, cuando se concentraron más personas con el objetivo de presenciar este tradicional concurso que ayer se convirtió en exhibición ya que solo participaron cuatro parejas de vacas. A pesar de todo, el público estaba deseoso de comprobar la fuerza de estos animales.

Pronto comenzaron los ganaderos a atar a sus vacas al carro que los organizadores llenaron con muchos sacos de arena para comprobar la capacidad del ganado. La prueba tenía como finalidad que los animales recorrieran el mayor tramo posible durante un tiempo marcado arrastrando el carro cargado de sacos. Los animales que más lejos llegaron se convirtieron en los ganadores pero solo a modo anecdótico.

La vaca de los dos mil euros

Entre las vacas de la feria se encontraba Lola, una pieza de quince años y alrededor de quinientos kilos que hoy va a repartir dos mil euros entre los vecinos de Dolores a través de un peculiar sorteo donde su caca es la protagonista. Miles de residentes del municipio y de otros puntos de la provincia se han hecho estos días con las papeletas de este sorteo organizado a beneficio de Cáritas y la Asociación Española Contra el Cáncer. Una parcela del recinto ferial se ha dividido en espacios de un metro cuadrado que van numerados y en aquel donde la vaca haga sus necesidades será el que se lleve el ansiado premio. Los organizadores darán tres horas a la vaca (de 19 a 22) para completar la actividad, si pasadas esas horas no ha evacuado, se hará un sorteo entre todas las papeletas participantes.