Miles de jóvenes de Orihuela y de otras localidades de la provincia de Alicante y de la vecina Región de Murcia esperan todos los veranos la celebración del carnaval que acoge la urbanización de Campoamor desde hace algo más de cuarenta años. Es la cita más esperada del verano. Sin embargo este año ningún establecimiento hostelero (ya que normalmente era una discoteca la que organizaba el evento) hizo el llamamiento, así que fueron los mismos jóvenes los que a través de las redes sociales convocaron un macrobotellón que reunió en el litoral oriolano a más de veinte mil personas en la madrugada de ayer.

La convocatoria, que no contaba con el visto bueno del Ayuntamiento ya que se realizó de forma espontánea y sin ningún tipo de solicitud a la administración local, se llevó a cabo porque muchos son los jóvenes que participan cada año en la fiesta más gamberra del litoral donde es imprescindible acudir con disfraz.

Aunque normalmente era una discoteca la que convocaba la fiesta, este evento ha ido creciendo con el paso de los años e incluso motivó a algunos empresarios a instalar escenarios al aire libre y barras, pero este año no se daba el caso. De esta forma fueron los propios participantes encargados de organizar la actividad y el Consistorio no tuvo más remedio que establecer las medidas de seguridad oportunas para evitar daños materiales o medioambientales. Además de vallar la zona de la pinada y de la rambla, también se controlaron las playas e incluso jardines públicos y privados de la urbanización.

Por otro lado, y tras el aviso del Ayuntamiento, se estableció un dispositivo de seguridad en el que participaron Policía Local, Guardia Civil de Torrevieja y la Subdelegación del Gobierno a los que se unieron voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja y los socorristas de Ambuibérica la contrata de salvamento para atender las intoxicaciones etílicas que se produjeron. Finalmente y según indicó que alcalde Monserrate Guillén "todo transcurrió con normalidad" e incluso aclaró que "todo se ha limpiado y ha quedado impoluto".

Guillén: "Podría haber ocurrido una desgracia"

El alcade Monserrate Guillén inmerso en una posible moción de censura tuvo que dejar a un lado ese asunto para atender este espontáneo macrobotellón "donde podría haber ocurrido alguna tragedia". El primer edil se preguntó si los padres saben dónde están sus hijos -ya que muchos menores participaron en la actividad- dejó claro que "hay otras formas de divertirse" y que el Consistorio se va a poner mano a la obra para acabar con este evento "o bien organizarlo de otra forma". Además aprovechó para pedir disculpas a los vecinos por las molestias causadas por los miles de jóvenes que tomaron la urbanización con música y bebida.