La polémica está servida. La única diferencia entre un vial normal y corriente del centro del casco urbano de Torrevieja y la «ciclo calle» que discurre ahora por las calles Bazán y Patricio Pérez son unas marcas pintadas en la calzada con la figura de un ciclista y las señales verticales que alertan en cada cruce de que «eso» es una «ciclo calle», con una limitación de velocidad de 30 kilómetros por hora. Lo demás es todo igual, desde los cruces sin prioridad, innumerables en el tramo de Patricio Pérez, incluidos varios peligrosos al uso intensivo que siguen haciendo los turismos de estas vías que, se supone porque así se anunció, iban a contar con un sección exclusiva para los ciclistas. De hecho, circular aquí en bici es igual de difícil y peligroso que por el resto del centro de Torrevieja.
El equipo de gobierno del PP ha «vendido» en varias ocasiones desde junio de 2011 esta actuación para que los ciclistas pudieran completar el trayecto entre el centro y la Ciudad Deportiva -subiendo por Bazán y bajando por Patricio Pérez- como un carril bici, el primero de sus características en el centro. La idea pintaba bien. Sobre todo en una ciudad en la que residen comunidades de extranjeros con mucha tradición de uso de este tipo de transporte individual en las ciudades. Algo que se puede comprobar en los tramos de carril bici -de los de verdad- que se encuentran operativos en paralelo a la carretera de Crevillente o en la vía verde. Pero el resultado en el centro de Torrevieja se ha quedado, de momento, en la pintura. Hasta el punto que nadie del equipo de gobierno se ha atrevido a «inaugurar» el proyecto. Siempre se puede decir que todavía no está concluido o que sigue en su primera fase.
La única ventaja de accesibilidad para los ciclistas es la limitación de velocidad para los vehículos y las indicaciones de señalización horizontal sobre el asfalto que alertan, según asegura el equipo de gobierno, de que es una zona de prioridad de tránsito para los ciclistas. También se anunció la colocación de algunos reductores de velocidad y en la calle Bazán se ha adaptado la accesibilidad de cada una de las esquinas de aceras realizando rampas.
Cien mil euros
La de «ciclo calle» es una fórmula utilizada en otras ciudades como Alicante -que ha tenido que suprimir recientemente el servicio de alquiler de bicicletas-. En el caso del recorrido escogido en Torrevieja, unos 1.500 metros, si el Ayuntamiento hubiera optado por el carril bici clásico hubiera tenido que eliminar gran cantidad de plazas de aparcamiento porque las calles no daban el ancho y los comerciantes se oponían. Las obras están presupuestadas en 100.000 euros, sufragados por la empresa adjudicataria de la construcción del nuevo recinto de mercados, que sigue paralizada desde hace años por los impagos del Consell del Plan Confianza. El movimiento de maquinaria, apertura de zanjas y reposición de aceras contemplado hace unas semanas en la misma zona no era por este proyecto, si no por una obras de renovación de la red de agua realizadas por Agamed.
