Guillén se niega a anular los chiringuitos como le reclaman

Los otros tres empresarios que se presentaron al concurso de servicios de restauración y alquileres en playas, además de Chiringuitos del Sol, mantuvieron una reunión ayer con el alcalde Monserrate Guillén para tratar de que anule el proceso de contratación y se ajuste «a la legalidad». Sin embargo lo único que sacaron en claro es que el regidor ha decidido que, como la empresa pague su deuda, será la adjudicataria del servicio aferrándose a que no tiene deuda tributaria, algo que estos criticaron ya que «en el pliego de condiciones no solo se pide no tener deudas tributarias sino con el Ayuntamiento y esta empresa la tiene».

Los participantes del concurso anunciaron que si Guillén sigue adelante -porque dijo estar «atado de pies y manos»- ellos van a dar a conocer a Fiscalía los hechos porque tienen más que claro que el concurso está «manipulado» y que no ha sido justo ni para los empresarios ni para Orihuela «que va a perder dinero».

«Fraude»

Por su parte, el edil Pedro Mancebo dio ayer más datos sobre lo que considera el «fraude» de la adjudicación y aseguró que el equipo de gobierno es conocedor desde el 26 de febrero de 2013 de que «Chiringuitos del Sol» debía 1,1 millón de euros en concepto del canon por ocupación del dominio marítimo-terrestre, como exigía el pliego de condiciones y pese a eso, «permitieron que se presentara al concurso». El centrista asegura que en esa fecha y por una petición que realizó él cuando ostentaba la Concejalía de Turismo, el edil de Hacienda en ese momento (Manuel Gallud), «emitió un informe con los pagos realizados por la empresa por lo que el edil pudo comprobar que la mercantil debía dinero».

El liberal que ha sido criticado por el bipartito junto a los anteriores equipos de gobierno del PP por permitir esta deuda que ayer el regidor calificó de «desajuste económico», señaló que los primeros en prorrogar el contrato a la empresa en noviembre de 2011 fueron los ediles de Costa y Contratación Bob Houliston y Asunción Mayoral, «los mimos encargados de mantener a al bipartito en el sillón para seguir amañando contratos». Mancebo también recordó que fue en marzo de 2013 cuando el bipartito amplió de forma excepcional un año más a la empresa el contrato «rebuscando una cláusula en el pliego de condiciones que lo permitiera, el mismo pliego que les obliga a pagar el canon de costas».