La asociación torrevejense suma 80 viudas y los mismos problemas que la mayoría, de eso precisamente se quejaba ayer la presidenta de un colectivo que acoge el evento con gran interés.

¿Cuál es el objetivo?

La convivencia, realizar reuniones y charlas de utilidad, y abordar el tema que lo titula: «La situación crítica de la Mujer Viuda ante la crisis».

¿Y cómo es la entidad que usted preside?

Tiene ya 44 años, y somos 80 socias, y eso que algunas se han borrado por no poder pagar la cuota de 12 euros al año. Cuando los hijos están en paro, urge más ayudarles a ellos. Nuestra agrupación organiza viajes, comidas, y ejercemos de psicólogas cuando una compañera viene muy triste porque sabemos cómo lo ha pasado. También les brindamos asesoramiento a través de la territorial, y le acompañamos al médico si hace falta, y hemos tenido últimamente algún caso extremo en el que hemos llegado a alimentar varios meses al hijo de una compañera. Estamos en la Calle San Pascual 141.

¿Hay que ser socia para asistir?

No, de hecho yo animo a todas las viudas de Torrevieja que acudan. Por ejemplo, una de las charlas será a cargo del asesor espiritual de la Confav (La Confederación Nacional), que es el párroco Jaime Garralda, que pese a su edad tiene un discurso muy moderno y realmente ayuda mucho escucharle.

¿La de Torrevieja es la única asociación así en la Vega Baja?

Que yo conozca, también hay una en Orihuela y otra en Callosa. De hecho, una compañera de Callosa, en una noche de Habaneras en la Playa, protagonizó una anécdota muy graciosa. Alguien nos preguntó que dónde íbamos tantas mujeres juntas sin ningún hombre, y ella exclamó «nuestros maridos están en el cielo, pero nosotras en la gloria», tras lo cual no pudimos parar de reír. Pero no deja de ser una broma en una situación que a nivel personal ha conllevado mucho dolor.