En la celebración del cincuenta aniversario de la ordenación como sacerdote de Antonio Cartagena, hubo momentos para la solidaridad ya que en la puerta de la iglesia estaba previsto que se colocara una hucha para recaudar fondos y así colaborar con las labores que realizan las organizaciones no gubernamentales en sus proyectos de cooperación y desarrollo del tercer mundo. La religiosa Angelina Cartagena explicó ayer que, por parte de los cristianos, debe haber un compromiso con los pobres «que ha de cumplirse con hechos y no con palabras». R. V.