Monserrate Guillén (Los Verdes) pretende cerrar la legislatura con presupuestos propios y elaborados por los concejales en función de las necesidades de cada área, algo que ha sido imposible cumplir en 2013 y 2014 porque no eran más que prórrogas de los de 2012, una figura que permite la ley pero que no parece la más recomendable cuando de lo que se habla es de gestión pública.
De hecho, el nuevo interventor, Fernando Urruticoechea, así se lo ha hecho ver en estos dos meses al equipo de gobierno y a esta cuestión se ha referido tanto en comisión de Hacienda como ante el plenario: un municipio no se puede regir sin cuentas de ingresos y gastos ajustados a partidas presupuestarias previstas por anualidades, una excepción que en Orihuela se ha convertido en hábito esta legislatura por la minoría en que está el bipartito (PSOE y Los Verdes). También el concejal de Bienestar Social, Emilio Zaplana (PSOE), se ha referido a esta cuestión durante la legislatura porque su área probablemente es la que más ha sufrido por la crisis: no había dinero suficiente para ayudar a familias y él no tenía de dónde sacarlo.
Como ya publicó INFORMACIÓN, cuando queda menos de un año de legislatura, el equipo de gobierno, pese a estar en minoría, tiene la posibilidad de presentar para su aprobación un presupuesto y para el más que probable caso de que el plenario no se lo apruebe (porque Guillén gobierna con ocho concejales más en una sala de 25 de los que 14 son oposición firme), tendría la opción de sujetarlos a una cuestión de confianza que excepcionalmente no permitiría la moción de censura por este plazo de 12 meses que queda hasta las elecciones.
Guillén lo que sí ha descartado es presentar presupuestos para este 2014. Con el decreto que firmó al cierre de 2013 los dio por prorrogados y zanjó la cuestión. Además, con el verano encima, las posibilidades de aprobarlo antes de octubre hacen un tanto inverosímil que entren en vigor antes de concluir el año. Su pretensión pasa por aprobar cuentas para 2015 y, lo que tendría más lógica, poder poner sobre la mesa proyectos en marcha que están completamente paralizados.
Ahora bien, queda por saber qué pasará con la comisión de Hacienda, que el PP y CLr controlan con mayoría de votos y que podría intentar enmendar los presupuestos. En cualquier caso, lo que queda claro es que el interventor no está por la labor de que Orihuela comience en 2015 sin presupuestos.
