Las mosquiteras están presentes en ventanas e incluso puertas de muchas viviendas de Torrevieja. Los vecinos han aprendido a vivir con su zumbido nocturno y las picaduras, incluso también en invierno, como bien conocen los residentes en las urbanizaciones y algunas zonas del centro que se pertrechan de todo tipo de productos farmacéuticos para combatirlos. Los mosquitos encuentran especiales condiciones para completar su ciclo biológico en este término municipal donde se conjuga orografía, clima y la situación de muchas áreas residenciales. La laguna de Torrevieja es la cuenca vertiente de las aguas de torrentes, ramblas y viales de la ciudad al situarse por debajo del nivel del mar. Aquí la presencia del insecto es endémica y aprovecha las condiciones de acumulación de agua dulce y temperaturas elevadas para desarrollar todo su ciclo vital antes de que llegue el frío. Las orillas de esa zona húmeda están rodeadas de áreas residenciales.
El plan experimental que ubicó refugios en las salinas y las pinadas del parque natural para propiciar el anidamiento de los murciélagos como máximos depredadores de mosquitos todavía no ha cuajado todavía como una herramienta más que sumar a los tratamientos convencionales. D.P.
