Apenas dos años después de que la Conselleria de Medio Ambiente invirtiera 900.000 euros para acabar con el cactus de Arizona, una especie invasora para la vegetación autóctona muy difícil de erradicar debido a que de cualquier fragmento de su púa puede emerger una nueva planta, los vecinos de la zona de Ciudad Jardín y el túnel de la sierra denuncian que esta planta vuelve a abrirse paso por la sierra oriolana, ya que «no ha habido ningún tipo de mantenimiento para controlar que, una vez erradicada hace un par de años, no se volviera a extender», denuncia uno de los vecinos afectados, que asegura que ya ha retirado varios ejemplares que crecían alrededor de su vivienda.
El brote comenzó a aparecer «hace unos tres o cuatro meses», aseguran los vecinos, pero se ha ido extendiendo rápidamente por toda la sierra. «El problema es que hay zonas de muy difícil acceso, por lo que nosotros solo podemos quitar una pequeña parte, a la que tenemos acceso, alrededor de nuestras viviendas, pero no las que se encuentran en las paredes de la sierra, por lo que seguirá expandiéndose», lamentan.
Y es que cuando la Conselleria llevó a cabo este plan de actuación, desde principios de 2011 hasta mediados del 2012, fue necesario un grupo de escaladores especializado para eliminar el cactus de Arizona de la sierra oriolana, con tirolinas y poleas para peinar con totalidad la sierra. En estas fechas, esta actuación se calificó como «definitiva», por parte de la Administración autonómica. Este diario ha intentado ponerse en contacto con la Conselleria de Medio Ambiente para determinar las actuaciones a realizar ante el brote de la plaga, si es que las hubiera, sin recibir respuesta, a pesar de que el entonces edil de Medio Ambiente, Manuel Culiáñez aseguró en 2012 que «ninguna administración se va a librar de hacer revisiones», revisiones que, tal y como denuncian los vecinos, han brillado por su ausencia.
Otras amenazas
La proliferación de esta planta invasora no se trata de la única plaga que afecta a especies autóctonas de la sierra oriolana. La plaga de Tomicus Destruens es otro de los problemas ambientales que han acabado con la vegetación de la sierra oriolana, como ya publicó este diario. La imagen de las plantaciones totalmente seca se ha extendido por todo el municipio, como también ha sucedido en gran parte de la comarca de la Vega Baja, hasta llegar incluso a Sierra Escalona, zona protegida por su valor ambiental.
Otro viejo conocido en la ciudad es el picudo rojo, que continúa amenazando el Palmeral Histórico de Orihuela, declarado como Bien de Interés Cultural y de enorme valor ambiental, pues junto al de Elche se trata de un palmeral único en Europa. La caída y tala de palmeras siguen produciéndose mientras que las administraciones no son capaces de erradicar el escarabajo rojo.
Lo mismo ocurre con paleras y chumberas, donde la cochinilla seca las paleras y chumberas a lo largo de toda la montaña, dejando imágenes de plantas completamente negras, sin que desde la Conselleria o el Ayuntamiento hagan nada por erradicar la plaga o eliminar las plantas muertas del paisaje oriolano.
